Crítica
Tercer disco de Duran Duran, convertidos ya en el puntal de los nuevos románticos dentro de la nueva ola inglesa.
“Seven And The Ragged Tiger” es inferior a las dos anteriores entregas del grupo de Birmingham pero resulta más valioso de lo que mucha gente afirma, imposible que lo hayan escuchado y no apreciar clásicos de pop-rock sofisticado y estiloso de comienzos de los años 80, bien estructurado y con un admirable sentido rítmico, como el hallado en el dance-rock de “The Reflex”, influencia clara (y no negada) para los Franz Ferdinand, el medio tiempo con toques latinas y voz crooner de Simon LeBon con maravilloso estribillo en “New Moon On Monday” o “Union On the Snake”, elegante pop deudor del David Bowie más ochentero. A disfrutar sin prejuicios de la original new wave.