Crítica
Subestimado, sobresaliente último disco en estudio (y editado en vida) de George Harrison como solista.
Es un trabajo a descubrir (o redescubrir) por los amantes de la música de los Beatles, quienes a buen seguro disfrutarán con este gran álbum repleto de estupendos ejercicios pop.
Quizá le falta la transcendencia lírica que posee “All Things Must Pass” pero le sobra hondura emocional y enorme talento melódico en las once canciones que componen el álbum y que exponen la habilidad de Harrison para escribir soberbias composiciones de sublime pop sentimental (sin renunciar a algunos comentarios sociales cargados de crítica) nacido de un sabia conjunción entre cerebro y corazón.
La producción del álbum corre a cargo de Jeff Lynne, quien con su pegajosa producción marcada por ritmos insistentes de batería, guitarras traslúcidas con reminiscencias byrdsianas y pulcros ornamentos vocales, ayuda a engrandecer la sobresaliente arquitectura melódica del ex Beatle, evocadora en algunos momentos de sus extintas andanzas en Liverpool con temas como “When We Was Fab” o “Just For Today” (pieza que cuenta con la participación en el piano de Elton John).
Lo demás son compactas canciones muy bien construidas y ejecutadas, sean hermosas baladas repletas de sentimiento o excitantes cortes rítmicos de orientación optimista.
George, como es usual, volvió a contar en la grabación con algunos de sus mejores amigos.
No podían faltar Ringo Starr, quien con su sonido nos retrotrae siempre a la cadencia de los Fab Four, y Eric Clapton, lisonjeando con su habilidad en las seis cuerdas las logradas armonías desarrolladas por Harrison, quien cierra su andadura profesional en solitario con este sorprendente y magistral trabajo pop que se disfruta con cada nueva escucha.