• Por Antonio Méndez

johnny marr playland critica disco fotos portadaCrítica

Un año después del satisfactorio “The Messenger”, Johnny Marr volvió a la carga como solista con “Playland”, disco que volvió a contar con la colaboración en la producción de James Doviak, ocupado también en teclados y sintetizadores.

El disco es un pasable reciclaje de sonidos pop-rock y jangle pop con huellas new wave y post-punk abierto con “Back In the Box”, corte de tempo vivo con espacios de confusión, universos al borde de la explosión y Johnny envuelto en un torbellino que pretende simular mediante un tembloroso, dinámico sonido rock.

El melódico single “Easy Money” se encuentra entre lo más destacado del álbum. Híbrido del dance rock de Franz Ferdinand con el garaje 60’s de los Music Machine en una eufonía contagiosa con diatribas elementales sobre avaricia.



El primer dinamismo del álbum no cesa con “Dynamo”, pop rock con claves ochenteras y un sentido envolvente de la instrumentación apoyado en una potente sección rítmica y mareas de guitarras.

“Candidate” atempera el ritmo con una atmosférica pieza que parece llevar el “Gimme Shelter” de los Rolling Stones hacia ambientes post-punk y mensajes básicos de determinación libertaria.

“25 Hours” acentúa con un “rapeante” Marr el individualismo de su autor al margen de prédicas y frikis varios entre repiques jangle y destacada percusión de Jack Mitchell, batería también del grupo Marion.

“The Trap” es una delicia pop sobre despojo con personalidad propia de disimulos, de disfraces, de trampas… Se mueve entre el jangle pop de los Smiths y la luminosidad del sunshine pop 60’s.


johnny marr album review playland criticaLa canción que titula el álbum, “Playland” posee intensidad rock con dejes a lo Iggy Pop, “Speak Put Reach Out” muestra su tendencia más post-punk, y “Boys Get Straight” mezcla sin enfoque un barullo sónico dance punk con una melodía pop.

“This Tension” es un intento sofisticado de neurosis de nueva ola/post punk tipo The Cure y “Little King” exhibe conexiones sónicas con Echo & The Bunnymen o los Psychedelic Furs. Rítmico final para un disco de limitada trascendencia.