Crítica

“Cause And Effect” es el quinto disco de Keane, un grupo británico de sonidos pop melancólicos, tempos calmados; soft rock sin guitarras para todos los públicos que cruza a Coldplay con a-ha y que podrá gustar a quienes escuchen también a Interpol.

Aquí, su sentimentalismo es confesional, basado en la ruptura matrimonial de uno de sus compositores, el teclista Tim Rice-Oxley.

Las melodías ganan con las escuchas, algunas excelentes.

El álbum se abre con la balada “You’re Not Home”.
Ruptura, recuerdos.
… no estás en casa, todo está triste, frío, no hay llamadas, silencio…
Larga intro instrumental con sintetizador, progreso con lamento pesaroso, lánguido, que alcanza su clímax en el crescendo.




Rice-Oxley toca el piano en “Love Too Much”, un pop-rock en medio tiempo con sonido radiofórmula, estructura sencilla, arreglos sin riesgo, textos simples románticos.
… cometimos errores, pero te quise de verdad…
El estribillo no está mal.

El pop 80’s es una de las principales influencias de este grupo británico, y así se muestra en “The Way I Feel”.
Rítmica pieza con lírica sobre confusión adolescente, desorientación…
… eras brillante, eso te decía en la niñez…
Ahora, con el paso del tiempo, nada resulta como esperaba.
Carga psicológica para esta canción nuevaolera en la que vuelven a crear un pegadizo estribillo con falsete en el puente acentuando la emocionalidad.




“Put The Radio On” es un corte oscuro, atmosférico.
Envolventes sintetizadores, sonido repetitivo, melódico, trazos de psicodelia con arreglos equilibrados, ecos de Radiohead.
Escapismo a través de un mundo propio de pareja con fondo de música radiofónica.
Destacada interpretación vocal de Tom Chaplin.
… quizá esté soñando…
Plausible corte con su habitual, y efectivo, crescendo.

Sonido más sobrio el de “Strange Room”, corte lento con el piano dominando instrumentalmente.
Es casi como una canción de cuna.
Ruptura de pareja.
… por un momento soñé que comenzábamos de nuevo…
La canción se hace pesada.

En “Stupid Things” se narra una infidelidad con arrepentimiento.
… bebí demasiado, no te inquietes si no recibes mensajes…
Balada ochentera con voz doblada.




“Phases” es un medio tiempo sobre el paso del tiempo, de la vida.
Pasamos por fases, por cambios, hoy aquí, mañana allá, hoy unos, mañana otros.
Así es la vida.
Corte que podrían cantar los noruegos A-ha en el año 1986.

Rice-Oxley dedica “I’m Not Leaving” a sus hijas.
… no me marcho, siempre estaré a vuestro lado…
Sintetizador atmosférico, ritmo sincopado, falsete en el fenomenal estribillo…
Otra balada sensible en tono agridulce.

Pop plañidero, de nuevo sobre separación de pareja, la fragilidad de las relaciones, en “Thread”.
Balada de expresión frágil, triste, estilo Radiohead, con arreglos de cuerda.
Otro estribillo de mérito sin lugar a cripticismo.
… perdóname, recuerda que soy un buen hombre, quizá no tanto, no me odies, solo te quería…




La balada “Chase The Night Away” es uno de los mejores momentos del álbum.
Melodía notable, memorable estribillo, que continúa el proceso de ruptura de pareja.
Aquí en una separación madura con esperanzas de encontrar un nuevo rumbo sentimental.
La carga emocional del tema en boca de Scott Walker con el pop orquestal de los Walker Brothers en 1965 haría una obra maestra de su melodrama.

Termina “Cause And Effect” con “I Need Your Love”, pretensión de himno romántico que termina hastiando.
Las idas son vísperas de venidas.