• Por AlohaCriticón

kula shaker strangefolk

Kula Shaker, la banda de Crispian Mills, fue uno de los nombres importantes del pop británico de los 90 con manifiesta raíz en los 60 y 70 (Oasis, Ocean Colour Scene, Supergrass, Blur, Verve, Pulp…), y uno de los más significados por su adhesión a sonoridades psicodélicas, tomando como referencia en su escritura tanto a la lisergia 60’s como a las bandas del fenómeno Madchester, tipo The Charlatans o Stone Roses.

Resucitados en el año 2004 tras su ruptura a finales de la década de los 90 después del legado de dos escuchables discos, los Kula Shaker vuelven a la actualidad en el año 2007 con “Strangefolk”, un disco de medianos resultados que retiene su base psicodélica sin perder miramientos a otros ropajes sónicos.

El álbum se abre con “Out on the Highway”, un pujante tema pop-rock que les emparenta más con el tono épico-FM de U2 (o una imposible mezcla entre Bon Jovi con The Edge a la guitarra y Procol Harum) que con la psicodelia a pesar de tanto cielo púrpura, ojos con estrellas y lunas marrones.

“Second Sight” les muestra lisérgicos, con sonoridad intro de iglesia, armonías vocales a lo Crosby, Stills & Nash, ramalazos glam, y una guitarra distorsionada que acera una pieza de interesantes variantes, con una coda que emparenta al conjunto con el prog-rock 70’s.

Los dos siguientes cortes son cortes de asiento político enfocado con diferente tono. Grave en la diatriba antibélica de la balada “Die for Love”, con dejes lennonianos y algún arreglo de cuerda, y simpaticones apuntándose al carro de reproche bushiano con “Great Dictator (of The Free World)”, un divertido y dinámico tema con trazos bubblegum a lo Archies o Monkees, órgano Hammond y coros en falsete.

Con la narración tipo cuento del interludio “Strangefolk” dejan manifiesto su máxima adhesión a la psicodelia en su apariencia más folkie, antes de expandir sus ascendencias ácidas-hindú con “Song of Love/Narayana”, una canción que copula la lisergia bailable de los Stone Roses con el funk de Sly Stone.

“Shadowland”, balada con piano, y la tonada folk “Hurricane Season”, vuelven a exhibir su lado más Lennon, la última con mayor pronunciación dylaniana.

“Ol’ Jack Tar”, pieza plácidamente ensoñadora que debe tanto a la psicodelia beatleiana como al dream-pop de la factoría Boettcher, “6ft Down Blues”, corte blues-psico-rock que no quedaría mal en un disco de temas desechados de Led Zeppelin, “Dr. Kitt”, lisergia refinada con órgano, arpa, flauta y un iterativo e hipnótico tempo dominado por un corpulento bajo, y la garajera-bubbleguum “Super CB Operator”, son otras de las canciones de este disco que contiene una gema pop llamada “Fool That I Am”, una canción de una delicadeza sublime en clave melancólica que bien podrían interpretar los mismísimos Zombies, o su derivación, Argent, en su muy plausible disco debut.