• Por Antonio Méndez

Crítica

“Years Of Refusal” fue el noveno disco en estudio de Morrissey, quien al igual que en “You Are The Quarry” ha vuelto a contar con el productor Jerry Finn después de su aprovechable asociación con Tony Visconti en el previo “Ringleader Of The Tormentors”.

También ha vuelto a contar en tareas de composición con los músicos Jesse Tobias, Boz Boorer y Alain Whyte para co-escribir junto a sus letras las canciones que componen este álbum que descansa en varios de sus temas habituales: desazón amorosa, soledad, angustia urbana, desaliento ante su contexto humano…

Sus maneras quejosas-melodramáticas se evidencian desde el primer corte, “Something Is Squeezing My Skull”, una canción con poderosas guitarras y dinámica sección rítmica (casi en plan pop punk) en la que se queja de que no hay amor ni amigos de verdad en la vida moderna, y cita varios antidepresivos como escape de tanta angustia con una insistencia casi enfermiza reclamando que “Don’t Give Me Any More”.

En “Mama Lay Softly On The Riverbed” emplea un persistente tempo de marcha militar, trazos fuzz, teclados de Roger Manning y apoyo vocal de Kristopher Pooley para narrar una triste evocación en soledad de la pérdida de una madre que parece conllevar apuntes suicidas tipo “la vida no es demasiada pérdida”. Pues sí que está depresivo en este inicio de disco el bueno de Moz. La crisis, claro…

Jeff Beck presta su guitarra en “Black Out”, otro tema sobre desamor y soledad con tonos oscuros y densa instrumentación.

El aspecto sombrío del álbum se ilumina con el single “I’m Throwing My Arms In Paris”, una sencilla pieza jangle pop con contraste entre la viveza repicante de las guitarras jangle y la alegre melodía con el texto de desamparo ante la ausencia de amor. Es la mejor melodía del álbum.

En este disco, Morrissey incluye dos canciones que ya estaban contenidas en su reciente “Greatest Hits”, “All You Need Is Me”, tema rock con influencia del glam de T. Rex, y “That’s How People Grow Up”, en donde remacha su aflicción vital y su nula fortuna en el amor con su usual mezcla entre guitarras en distorsión y repiques jangle.

“When Last I Spoke To Carol” presenta sonidos españoles en sus guitarras y trompetas; mientras que en “One Day Goodbye Will Be Farewell” se recarga demasiado la combinación instrumental sin melodía de altura con algún aliento aportado por la intrascendencia del “tatatata” y la trompeta tipo mariachi.

Las baladas “It’s No Your Birthday Anymore” y “You Were Good In Your Time”, melodramatismo y melancolía con pretensiones épicas (incluida en la segunda un outro gratutito con cacofonías espectrales, voces y percusión jazz), no transmiten las emociones que se pretende y melódicamente son pura rutina de radiofórmula FM.

“Sorry Doesn’t Help” anima el ritmo con mayor energía en el tempo, distorsión guitarrera, un teclado new wave y un estribillo bastante logrado; y “I’m Ok By Myself”, con las constantes instrumentales de siempre de nuevo un tanto recargadas aunque con cierta valía en las variantes melódicas y con suficiente fuerza emocional acentuada en el manierismo vocal final, cierra el álbum con manifestaciones de satisfacción por su soledad, afirmando que “he estado así toda mi vida, por qué cambiar ahora…”. Pues también es verdad.

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