• Por Antonio Méndez

paul weller 22 dreams cover portada disco albumCrítica

22 sueños es lo que nos propone Paul Weller en su nueva entrega discográfica que cuenta con la colaboración de varios de sus discípulos más conocidos, sea Noel Gallagher, Graham Coxon o Steve Cradock, es decir miembros de Oasis, Blur y Ocean Colour Scene, tres bandas deudoras de la composición pretérita (más que presente) del ex Jam.

El álbum de título onírico es un ambicioso conglomerado de sonidos de predominio acústico y temática amorosa, en donde tanto cabe el folk como la psicodelia o el pop-soul.

Se abre con “Light Nights”, folk lisérgico con guitarra acústica de doce cuerdas tocada por Cradock, coros femeninos de Hanna Andrews y sonidos de cello y violín. Weller evoca en una repetición casi mantra una noche en donde tanto hay cabida para el baile como para el amor. Un tanto lineal esta pieza a pesar de las aportaciones de las cuerdas.

En el corte homónimo del álbum muestra sus ascendencias rítmicas pop-soul con ágiles reflejos Stax y Motown. Es un tema co-escrito con Simon Dine, quien también hace importantes aportaciones instrumentales.

“All I Wanna Do (Is Be With You)” es un medio tiempo pop-rock de carácter romántico con armonías de Cradock. Un tanto FM en su rutina pero escuchable por su grato tacto melódico y acompañamiento vocal.

“Have You Made Up Your Mind” es otro medio tiempo ahora con base soul-funk y sonidos de celeste. Resulta más cercano a su etapa con los Style Council que a los Jam.

“Empty Ring” posee elegancia pop-soul y hasta tramos con cierta sofisticación lounge a lo Burt Bacharach, pero tampoco es para tirar cohetes, al igual que la balada de piano sobre el paso del tiempo “Invisible”.

“Song for Alice” posee trazos psicodélicos y es de los instrumentales del disco más potables junto a la experimentación krautrock de “111”; “Cold Moments” le devuelve a la sofisticación pop-soul a lo Al Jarreau, y con “Black River” termina aburriendo a pesar de su mezcla entre jazz cabaretero y escritura tipo Tin Pan Alley.

“Whey Walk When You Can Run” es una lograda balada que no quedaría mal en el repertorio de un Stephen Stills; mientras que en la pop-rock (un tanto anodina) “Push It Along” se escucha un riff a lo “Jumpin’ Jack Flash” de los Stones y se emplea la marimba y el moog.

Con “Echoes Round the Sun” vuelve a ciertos aires psicodélicos en una pieza que cuenta con Noel Gallagher interpretando el mellotron.

“One Bright Star” parece en principio una canción para Yma Sumac antes de desarrollarse como una especie de tango, y en la balada con piano “Where’er Ye Go” tanto se acerca con medianeros resultados a Tom Waits como a Bruce Springsteen.

En el tema “God” Aziz Ibrahim toma la palabra y se queja de que la gente sólo se acuerde de Dios cuando lo necesita adoptando la propia perspectiva divina “You only call on me when you need me and when you don’t, you hardly think of me at all”… Buen trabajo atmosférico en la acústica aquí por parte de Steve Cradock.

El disco, variado pero de baja excitación, termina con “Sea Spray”, en plan himno folkie-gospel, y da la vuelta al título del principio en su conclusión con la extensa pieza psicoprogresiva “Night Lights”.

Ir a la biografía AlohaPopRock-AlohaCriticón de Paul Weller