Crítica
R.E.M. era una banda de Athens asidua de radios universitarias y de pequeños locales poco concurridos.
Sus influencias: el garage rock 60s y el jangle pop.
“Murmur”, su primer álbum y su debut en IRS tras su paso por Hib-Tone, supuso un salto de audiencia con un trabajo que todavía hoy sigue manteniendo su alta valía.
El EP “Chronic Town” ya había alertado de su talento melódico con lírica un tanto inextricable.
La relevancia de “Murmur” impulsó su trayectoria, hasta entonces en circuitos underground.
Faltaba tiempo para brillar en las radiofórmulas del régimen.
Se abre este LP con “Radio Free Europe”, enérgico tempo y un sonido entre el punk pop de los Ramones y el jangle pop de los Byrds.
Fluidas guitarras, letras nonsense e intensidad rítmica.
Busquemos libertad, siempre necesaria, aunque en el fondo no digamos nada de nada.
“Pilgrimage”.
Voz lejana y repetitivo texto, extrañeza, toques orientales.
La peregrinación, para Michael Stipe, ha tomado impulso… no se sabe para qué.
Vemos vacas de dos cabezas, que ya es bastante.
El sonido es atmosférico, art pop lento, melódico, con repiques Rickenbaker, bonitos arpegios.
Post-punk/art pop con fondo folk.
El puente eleva la rutina de la pieza de pegadizo estribillo con los coros de Mike Mills en contrapunto.
Bien Mike.
“Laughing” es una cópula entre el folk/jangle pop Byrds con el power pop 70s de los Big Star.
La línea de bajo de Mills es destacada, los punteos limpios de Peter Buck son una delicia pop, el tempo tranquilo relaja y la luz en la emoción es buscada por Stipe, quien hurga en la mitología con Laoconte y sus hijos.
¿Qué se puede decir del temazo “Talk About The Passion”?
Gran riff, texto minimalista, cuerda final y unos arreglos que mezclan el ambient con el dream pop y el jangle pop, con toques post-punk a los primeros The Cure.
Rasgueos sencillos de Peter antes de su contagioso riff en “Moral Kiosk”, corte con poética críptica… frío fuego, ella se reía como una horae (las horas)… juegos vocales de Stipe con Mills y Bill Berry sobresaliendo con su trabajo de percusión en un corte experimental de mérito.
Almohadas mágicas para solaz de las parcas.
“Perfect Circle”.
Mike Mills lleva el peso instrumental con el piano.
Es una balada melódica, abatida, con tono de desencanto, de desilusión.
Demasiado pronto en pie. Once hombres en alto en la habitación.
Un círculo perfecto de conocidos y amigos.
Relaciones una, dos; bebidas varias, frases que no vienen a cuento…
Stipe con ironía de tal círculo… perfecto.
“Catapult”.
Berry en plan tribal con desarrollo pop garajero en medio tiempo jangle/twang pop.
Estribillo simplón con coros de Mills y voces evocativas…
¿Nos perdimos algo?
Parece sencilla, pero su ejecución muestra a cuatro músicos con personalidad.
En “Sitting Still”, Stipe nos lleva a una cocina, con Katie, hay letreros y permanecemos quietos.
Sentados, sin hacer nada… que pase el tiempo.
El sonido pop, melódico, es limpio con los arpegios iluminando las estrofas.
La influencia 60s es evidente.
Tono obsesivo el de “9-9”, una canción con tanta influencia de la psicodelia como del post-punk.
Crudeza, fluido art punk.
Oscura, con Stipe acostándose para dormir y rezar… salvaguardemos nuestras almas. Pureza de espíritu.
El medio tiempo “Shaking Through” es un corte rock de raíces, folk, country, riff alegre de Buck, piano de Mike y armonías de Mills y Berry con Stipe.
Estribillo himno e imaginería de niños desfilando, paisanos vistiendo con amarillos…como la geisha.
Fiesta agitada en el rural.
“We Walk” es un corte que nos traslada al pop 50s y 60s.
Podría cantarlo los Herman’s Hermits.
Peter Buck destaca con el riff en un dulce tema con hipeo y referencias al revolucionario francés Marat, a estampas de bosque, a escaleras y pasillos.
Laberintos físicos y mentales que hay que superar.
Termina este LP con “West Of The Fields”, estampas oníricas en la selva en medio tiempo garage rock con antílopes extraños intentando enfermar.
Escapismo en obsesión psicopática, siempre con buen logro atmosférico y deje melancólico.