• Por Antonio Méndez

rufus wainwright release the stars album reviewCrítica

Quinto disco grande de este cantautor estadounidense criado en Canadá.

Su pedigrí folk es importante en su base compositiva (tanto sus padres como su tía son artistas del estilo desde los años 60 y 70), casi tanto como la música ópera, el pop barroco o el musical de Broadway.

Es un autor (excesivamente) bienquerido por la crítica anglosajona, con un tacto exquisito en los arreglos (no en vano ha tenido la fortuna de colaborar en diversas ocasiones con Van Dyke Parks), un trato melódico más o menos acertado, empleo de tempos calmos, y textos que tanto festejan sus conquistas gays como abordan sin acrimonia asuntos socioculturales o políticos.

Contemporáneamente su expresión vocal y tonalidad tiene puntuales acercamientos a gente como Jeff Buckley o Thom Yorke.




Su orientación dramática con lujosos arreglos se ejemplifica en la apertura de este álbum que cuenta con la ayuda en la producción de Neil Tennant, el cantante de los Pet Shop Boys.

El tema es “Do I Dissapointed You”, canción de reprimenda amorosa con densa instrumentación y amaneramiento vocal, que mezcla el pop orquestal con el Tin Pan Alley y la grandiosidad épica Miklos Rozsa.
Un tanto espesa melódicamente, amalgama el dramatismo con la ironía con cierta validez.

Una de las mejores piezas es el single “Going to A Town”.
Es un corte con melancólico piano que rememora alguno de los mejores momentos de típico cantautor pop setentero.
El progreso melódico de esta balada resulta satisfactorio y la voz laxa marca el texto de tiempos de decepción, tierras quemadas, lugares en desgracia y cansancios políticos con la necesidad de búsqueda de un contexto mejor.


Otra disfrutable canción es la bella “Tiergarten”, tema con voz crooner que recuerda a tonadas delicadas del pop dulce de finales de los años 50 y comienzos de los 60, casi como una mezcla entre Randy Newman, Irving Berlin y un grupo de pop soleado 60’s al estilo de Sunshine Company o Free Design.
Es una invitación por el parque de Berlín del mismo nombre.

En la balada abarrocada “Nobody’s Off The Hook” se asienta en recuerdos de adolescencia embellecidos por un cuarteto de cuerda y un piano.

Con “Between My Legs” muestra su lado más pop-rock con dejes glammys y narración de frustración sexual, en una pieza bastante rutinaria con operístico final, y en el medio tiempo “Rules and Regulations”, con intro que comulga el bajo con un sintetizador, retoma el dulce pop con crescendo.

A destacar, dentro de una pieza menor, la participación de la flauta y las trompetas.




“Not Ready to Love” es otro tema lento en donde afirma que no está preparado para amar ni para volar.
Posee cierto sentido etéreo de la atmósfera, algún eco del primer Neil Young, y una aquietada, llorona slide guitar apuntando el tempo marcado por la acústica.
Posee sentimiento, pero no es nada del otro mundo.

El largo tema “Slideshow”, declaración de amor con protagonisto en diapositivas, detenta algún feeling country rock.
Es una balada redundante de tupida orquestación.




La reiteración melódica y rítmica, con claves melodramáticas, se vislumbra de nuevo en “Tulsa”, balada cabaretera con pizzicato e insistente piano que podría interpretar uno de los espejos e ídolos del cantante: Judy Garland.

Además de Berlín, Rufus nos traslada a diferentes ambientes europeos, como París en “Leaving for Paris Nº2”, tema de ruptura con coros a lo Queen (tan pesado como íntimo), o Postdam en “Sanssouci”, canción en la que Wainwright se pregunta sobre la existencia de personajes en el palacio que en su día fue residencia de Federico el Grande. Es un medio tiempo cálido, con sonidos de trémula guitarra, flauta remedando a pajarillos, arpa, y un encantador “aaaaaaaaaaaaaaaa” de éxtasis coital.

Su querencia por el músical, sea de Broadway o de Hollywood, se aprecia en esta especie de vals-blues calmoso llamado “Release the Stars”, en donde afirma que el viejo Hollywood ya no existe.