Crítica

Cuarto disco de estudio del dúo estadounidense Sleigh Bells, un álbum autoproducido por ellos mismos que deja una sensación de cierta indiferencia tras una primera escucha.

En posteriores audiciones va uno familiarizándose con sus sonidos convencionales, bastante derivativos de pop-rock FM con algún ramalazo hardrockero en forma de contundentes riffs de guitarra, aderezado todo ello con detalles y ligeros arreglos de sintetizadores que les acercan por momentos al electro-pop.

El resultado final, a pesar de sus buenas intenciones, es algo así como un “quiero y no puedo”.

Falta mucha más singularidad y riesgo en unas composiciones que en su mayoría no consiguen interesar al oyente exigente.

No obstante, dentro de su largo listado de 14 temas, se elevan por encima de la media buenas canciones como “Lightning Turns Sawdust Gold”, con su bonita intro de piano; “I Can’t Stand You Anymore” y su notable conjunción de fuerza y melodía en la que sobresale un pegadizo estribillo; o “Baptism By Fire”, con sus ritmos que recuerdan al pop adolescente de Britney Spears dentro de una enrarecida y atractiva atmósfera.

Y, por supuesto, también destaca el single “I Can Only Stare”, un tema de gran intensidad, plausible desarrollo melódico e influencias del rock industrial de Evanescence, en el que la cantante Alexis Krauss ofrece una brillante interpretación vocal.