• Por Antonio Méndez

pull the pin stereophonics album reviewCrítica

Los galeses Stereophonics, liderados por Kelly Jones, surgieron en los años 90 influenciados, al margen de las referencias pop y rock clásicas de las que bebe todo el mundo (sea consciente o inconscientemente), por el brit-pop garajeado de Oasis, o el grunge de Nirvana.
Sus sonidos, de enorme éxito comercial en Gran Bretaña (casi todos sus Lps han sido número 1), no dejan de recordar a una mixtura entre ambas ascendencias, con voces rasgadas y berridos puntuales que cruzan a Cobain con Liam Gallagher.


El disco se inicia de manera más que aceptable con algunos temas de crítica sociopolítica, por ejemplo “Soldiers Make Good Targets”, pieza rock con comentarios antibélicos sobre guerras televisadas conducida con un tono apocalíptico-amenazador.
No deja de recordar su aviesa distorsión guitarrera a Black Sabbath, y partiendo de éstos, a sus discípulos (de Black Sabbath, se entiende) Nirvana.

La banda grunge de Seattle es de nuevo conexa al sonido de “Pass the Buck”, tema casi power-pop con coros “papapa” 60’s, que oferta una mezcla entre los Raspberries, Nirvana y Oasis.

stereophonics album review discosEl single “It Means Nothing” es un tema lento muy de relleno pop-rock radioformulero, mientras que “Bank Holiday Monday” suena demasiado próximo a las propuestas rock de Oasis.

El medio tiempo “Daisy Lane” es una crónica social que critica el auge de la violencia entre los adolescentes.
No tiene mal feeling con un riff de sonidos circulares y coros sencillos pero cálidos.

“Stone” es una canción de desamor con lamento por una ruptura.
De nuevo un envolvente trabajo guitarrero aunque sin nada verdaderamente significativo, muy rutinario.

Con el escuchable rock garajero-jaranero con algún deje psicodélico de “My Friends” vuelven a ubicarse en la rasposidad de Cobain & Company sin ínfulas pero tampoco sin entusiasmar a pesar del esfuerzo guitarrero con wah-wah incluido.

La última parte del disco, ya advertida en algún tema previo, se asienta en tipismos de pareja.
En la acústica “Bright Red Star”, con el protagonismo de una tal Mary de unas pintadas de rosa y pelo teñido de rubia, recuerdan a Stephen Stills; el medio tiempo “Lady Luck” los muestra más épicos FM en una mezcla entre U2 y Bon Jovi; en “Crush” inciden en un asunto recurrente de conversaciones nocturnas en crisis amorosas (“No te vayas, vuelve, vuelve, vuelve), ofertando un jovial riff y “uuuu” a lo glam-rock de Sweet con estribillos Oasis filtrados por la idolatría 60’s por Beatles, Small Faces o los Who; y con “Drowning” se ubican en retornos y angustias existenciales con otro medio tiempo de no escaso poso lisérgico.