• Por Antonio Méndez

tamaryn-dreaming-the-dark-albumCrítica

Si en otros discos el pop de sintetizadores ochentero ya mostraba sus influencias en Tamaryn, en este álbum, producido por Jorge Elbrecht, ya es su principal fundamento.
La neozelandesa tanto suena a Madonna como a Annie Lennox o como a Human League, mezclando el tono melancólico con el dramático sobre relaciones de pareja.

Se abre “Dreaming The Dark” con “Angels Of Sweat”… hay algo en la luna esta noche… Dance pop entre Propaganda, Eurythmics y Swing Out Sister.

“Terrified” es una balada melódica que podía cantar Madonna… las mentiras que dices son lágrimas de otros…




tamaryn-review-dreaming-the-dark“Path To Love” es un pasable corte de atmósfera oscura, gótica… escogiendo caminos con dirección al amor, tomo lo que es mío… Medio tiempo con ecos de Human League.

Sigue la oscuridad, pero en esta ocasión en tempo lento, con “Fits Of Rage”… seleccionaré el dolor… Suficientemente emocional.

Paranoia en soledad en “Paranoia IV”, tecno pop con influencia post-punk y trazos industriales.




Reflexiones sobre maltrato en “Victim Complex”… cuando me hieres el grito es para todos… con una rítmica canción dance que podría cantar Taylor Dayne en 1988.

Volvemos a las baladas con “You’re Adored”, lo más cercano a las influencias del shoegazer y el dream pop que tiene la neozelandesa residente en los Estados Unidos en este disco.

Todos a bailar en la pista con “The Jealous Kind”, alegres arreglos, muy ochenteros. Pensemos en Sinitta producida por el trío Stock, Aitken y Waterman.

La pieza que titula el disco cierra, “Dreaming The Dark”. Muy Madonna.

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