• Por Antonio Méndez

tame-impala-the-slow-rush-albumCrítica

Kevin Parker más próximo en este disco de Tame Impala al funk, el acid house y el dance pop que al rock psicodélico.

Si en “Currents” ya mostró esas tendencias, en “The Slow Rush” ya las hace grueso del álbum.

“One More Year”… te acuerdas, ¿estuvimos aquí hace un año?…
Pieza de romanticismo nostálgico con poses de vivir en plan espíritu libre. Venga topicazo.
Sonido de baile en pop de sintetizadores, muchos efectos vocales, caja de ritmos.
Todo muy trance.
Es cansina y repetitiva.

… estoy a punto de hacer algo loco, casémonos, vivamos en Miami…
Parker continúa en éxtasis amoroso… tatúa mi nombre en tu brazo…
… bebamos la pócima mágica del amor… Prfff.

Es un corte con sonido clásico funk soul 70s con falsete, Al Jarrou, Marvin Gaye, con un outro de sintetizadores.

Uno de los mejores temas del LP es el single “Borderline”, medio tiempo disco funk… estamos al límite, atrapados entre el dolor y el éxtasis…
Continúan los arrumacos sexys.

Pegadizo, melódico, entre Chic, George Michael y los Daft Punk.

tame-impala-kevin-parker-review-2020-criticaDespués del templado ritmillo se escucha “Posthumous Forgiveness”, una balada dedicada por Kevin Parker a su padre fallecido.
… nadie se comparaba contigo…
Es un corte largo y lento, emocional, expresado con sensibilidad, con reproches y perdón, manejando diversos tonos. También cita a Mick Jagger.

Vuelve el ritmo funk, R&B, en “Breathe Deeper”, canción elegante muy disco 70s, estilo Chic, estilo KC & The Sunshine Band… se quieres que te diga que eres especial, puedo… Respira, libérate.
Pieza convencional.
Se hace larga. Le sobran, mínimo, dos minutos.

En “Tomorrow’s Dust”… en el aire de hoy está el polvo del mañana… hay punteos de guitarra acústica en un pop funk de sintetizadores con arreglos sin enfoque que pretenden crear una atmósfera de ensueño, letárgica.
Aburrida.

… cierro la puerta, enciendo la luz, suspiro, todavía me encuentro en el camino…
“On Track” es una balada con piano, sonido al revés, voz doblada, sintetizadores. Muy new wave 80s.
Todavía en el camino, todavía tengo vida.
Reflexiones existenciales y optimismo ante el futuro.
Larga y pesada.

“Lost In Yesterday”, con intro Alphaville, es un corte bailongo, pegadizo, melódico.
Es otro de los mejores momentos del álbum.
… con el tiempo, los malos recuerdos se convierte en buenos…
Memoria selectiva.
Es una canción muy tecno pop 80s, con efectos videojuego, un dance pop al estilo del trío de productores y compositores Stock, Aitken y Waterman.

Más baile con “Is It True”, medio tiempo formulista de enamorados… mañanas relajadas, hablamos, paseamos… Nos miramos.
Disco funk con el bajo dominando la pieza.

“It Might Be The Time” es un corte con teclados Supertramp, un soft rock que remacha el sentido de Kevin Parker de vivir en su burbuja feliz… estoy cansado de esas voces, siempre diciendo que nada dura para siempre…
No.

“Glimmer” es un corte para sonar en Ibiza.
Locomía. Ritmo de la noche.
Es un relleno que sobra.

Fin con “One More Hour”, la canción con los arreglos más interesantes en una épica psicoprogresiva, como si colaborasen Brian Wilson y Rick Wakeman.
La vida es extraña, dame solo una hora más.
Se acabó el tiempo. El acabose.