Crítica
Disco debut de esta banda californiana de power pop con las influencias de siempre en el adorable estilo: desde los Byrds y los Beatles a Big Star, pasando por Cheap Trick, The Kinks o Dwight Twilley, siendo muy acusada también la ascendencia de unos de los últimos maestros del pop poderoso, los Teenage Fanclub.
A lo largo del álbum también resuenan ecos de los Wilco más pop estilo “Summerteeth”.
El disco no inventa nada ni tampoco lo pretende.
Toda la oferta de estos The Broken West son sonidos escuchados con anterioridad en infinidad de ocasiones, pero el tratamiento artesanal y el mimo adecuado que requiere el tratado pop no resulta despreciable.
Poseen cierto encanto melódico, eficacia en los estribillos y buena orientación rítmica.
Las voces resultan de agradable escucha con armonías muy conseguidas, y la fibra emocional es expandida en guitarras jangle lacrimosas con sedosa expresión vocal, puramente pop, que en ocasiones también sabe acerarse en las piezas con tempos de mayor ímpetu.
Los amantes del power pop seguramente sepan disfrutar de varios de los muy escuchables cortes del disco, como la inquieta “So It Goes”, luminosa canción con guitarras mcguinneras que no quedaría mal en un disco de los Teenage Fanclub, la referencia más clara de este conjunto angelino, cuyos sonidos son remedados en un buen número de ocasiones, entre ellas en el repicante medio tiempo “You Can Build an Island”, o en “Down In The Valley”, con fuzz guitar, aplausos e intento ritmo tribal-velvetiano.
Otros temas de interés del álbum son:
“Shiftee”, especie de canción de cuna con guitarra acústica y voz rasgada
“On The Bubble”, idóneo ejemplo de power pop fibroso a lo The Knack con percusión a lo Phil Spector
“Baby On My Arm”, con acordes The Who, burbujeantes guitarras acústicas, efectos psicodélicos, y conjunción sónica de Wilco y los extintos Jellyfish.
A destacar también “Brass Rings”, con enérgico piano dominando el tempo animado de la pieza, soleada melodía con adorno vocal en armonías semicoitales que enfatizan la luminosidad de la canción, en la cual copulan con gozo achiclado los Beatles con Teenage Fanclub, Herman’s Hermits y Big Star.