Crítica

Este disco es una de las varias y variadas obras maestras que legó al rock la banda de los hermanos Davies The Kinks.

En esta ocasión, la perspicaz, irónica visión de Ray sobre su tierra británica, girando sobre un ciudadano medio llamado Arthur, se configuró como una obra conceptual proyectada para una teleserie que nunca llegó a grabarse.




Destaca el brillante texto de un letrista con talento y la extraordinaria ejecución musical (guitarra de Dave, la base rítmica de Avory/Dalton -Quaife se había marchado de la banda- y los arreglos son de antología) con excelentes melodías dentro de un amplio catálogo de estilos. Sea desde el pop, el rock o el music-hall, desde el sonido de una plácida guitarra acústica o desde la más pujante electricidad, “Arthur” combina con maestría y heterogeneidad elementos críticos con tonos melancólicos, humor ácido con sombría tristeza en evocaciones victorianas, cánticos antibélicos, paseos en automóvil, artificiosos paraísos privados, crítica social, nostalgias infantiles…

Un trabajo imperial desde la primera canción hasta la última. Entre ellas “Victoria”, “Australia”, “Shangri-La”, “Drivin'”…