Lanzados por la prensa británica como uno de los grandes hallazgos musicales del momento, los Maccabbes, como cientos de otros conjuntos similares, no dejan de ser medianías con voces afectadas y llorosas, palpitantes secciones rítmicas, y referencias a la new wave, el brit-pop y el post-punk.
Nada que no hayan ofertado otros combos similares coetáneos con mayor o menor acierto, como Bloc Party, The Futureheads o Franz Ferdinand.
De lo más interesante del primer álbum de este conjunto de Brighton es su inicio. Tanto la apertura acústica folk-vals de “Good Old Bill”, con referencias mod a Paul Weller y un cambio nuevaolero a lo Franz Ferdinand; como “X-Ray”, con urgentes líneas instrumentales en agitada ebullición conjunta, son dos piezas de disfrute moderado.
Posteriormente todo se reduce a concatenar de forma aburrida sus limitadas características tema tras tema.
Todos tan rítmicos como parecidos, con trémula vocalidad de énfasis dramático, intensidad épica y amaneramiento en ocasiones insufrible, estribillos machacantes, sonidos angulares, y nervudos ritmos propicios al baile descocado, con ecos de los Fall, Joy Division, The Cure, Gang of Four, Radiohead o los Smiths, pero a bastante distancia de alguna trascendencia de sus referencias.
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