• Por Antonio Méndez

the mary onettes islands album reviewCrítica

Segundo disco grande de The Mary Onettes, un conjunto sueco pop de arreglos sofisticados, elegantes, tonos melancólicos, nostálgicos, etéreos, voces barítonas con reverb, guitarras jangle y resonancias del pop-rock atmósferico, melodramático, reflexivo, sombrío y épico de los 80, tipo Echo & The Bunnymen, Talk Talk, The Cure o Inmmaculate Fools.

“Puzzles”, la canción que abre el disco, es un ejemplo claro de su deuda con los grupos citados de la new wave y el post-punk británico, en especial con Echo & The Bunnymen.
Delicadas voces y arreglos con notable carga emocional en un escenario nocturno con el cantante evocando la extrañeza que siente por dentro y la esperanza de hacer algo bueno este año.




Guitarras jangle y contextos de ensueño en “Dare”, un corte con sutiles sintetizadores simulando violines.
Laxo, elegante, melancólico, sutil y escuchable en su cruce entre a-ha y los citados Echo & The Bunnymen.

the mary onettes pop sueco fotos“Once I Was Pretty” es un medio tiempo pop-rock con arreglos de cuerdas que redunda sin demasiada excitación su concepto de pop taciturno y sofisficado con resonancias 80’s, en este caso con trazos de los Cure.

La balada “Cry For Love” es una intrascedente pieza con pretensiones épicas en donde se combinan sintetizadores y guitarras acústicas, mientras que “The Disappearance Of My Youth”, tratamiento nostálgico sobre el paso del tiempo, es otro tema, bastante aburrido, que recuerda a la banda de Robert Smith.




Luminoso pop con repiques guitarreros en “God Knows I Had Plans” y sonidos más oscuros en “Symmetry”, uno de los mejores temas del disco con un incisivo riff y una sección rítmica más dinámica que en piezas previas sin perder tacto melódico y alcance emocional en su expresión vocal.

“Century” es la canción con mayor resonancia post-punk mientras que “Whatever Saves Me” vuelve a hacer sonar una guitarra acústica como base instrumental de una balada de oír y olvidar.

Se vuelve ya un tanto monótona y relamida la voz de este cantante a estas alturas de disco.

El álbum se cierra con “Bricks”, otro corte lento y melancólico con soporífera mezcla de voz afectada con eco, sutiles sintetizadores y sonidos acústicos.