• Por Javier Platas

the-posies-solid-states-discosTras seis años de silencio aquí tenemos la esperada vuelta de Ken Stringfellow y Jon Auer al frente de The Posies. Regresan después de haber sido uno de los nombres importantes dentro del resurgimiento del power pop que se produjo en los años 90 y al que contribuyeron con discos memorables y ya clásicos del estilo como “Dear 23” (1990), “Frosting On The Beater” (1993) o “Amazing Disgrace” (1996).

Desde entonces también tuvieron tiempo para protagonizar aventuras en solitario y colaborar con otros ilustres músicos como Big Star o R.E.M. Y es que aunque parezca mentira ya han transcurrido casi treinta años desde la publicación de “Failure” (1988), su recomendable álbum debut que suscitó comparaciones con The Hollies, una de sus principales y reconocidas influencias.

“Solid States” es su octava publicación en formato LP. Está producido por ellos mismos y marcado por el fallecimiento en mitad de las sesiones de grabación de Darius Minwalla, el que había sido su batería durante nada menos que catorce años. El elegido para sustituirle en las baquetas fue Frankie Siragusa.

“We R Power!” abre fuego. Potente, directo power pop que conjuga fenomenalmente energía y melodía y en el que también se escucha un teclado de tintes garajeros.

En “Unlikely Places” nos brindan una de las mejores melodías del disco. Gran tema con un destacado puente a mitad de pieza.

“Scattered” es una agradable balada en la que resalta una espléndida conjunción vocal, algo que siempre ha sido una de sus mayores cualidades.

En las primeras audiciones “Titanic” parece no llamar demasiado la atención, pero progresivamente va ganando enteros hasta que llegas a apreciar su atractiva atmósfera y sus trabajados arreglos, tanto instrumentales como vocales. Quizá le sobre la coda final con unos empalagosos coros que recuerdan peligrosamente a los Coldplay más radioformuleros.

“Squirrel vs Snake” posee una fantástica intensidad emocional, especialmente en su penetrante estribillo.

Una guitarra acústica a la que rápidamente se unen una poderosa batería y un sintetizador dan inicio a “March Climes”, inmaculado corte pop de deliciosa melodía engrandecida por sus maravillosas voces que se combinan magistralmente alcanzando momentos de auténtico éxtasis vocal.

En “M Doll” sorprenden con una especie de electro-pop de recargada producción que no termina de convencer.

Continúan explotando su faceta más electrónica y se arriman sin rubor a la música disco en “The Definition”, un notable tema de mucha clase y pegadizo estribillo en el que emplean el falsete.

Un musculoso bajo es protagonista en los primeros segundos de “The Plague”, curiosa composición de llamativas texturas que van desde el tono oscuro e intrigante de las estrofas hasta la épica que desprenden los coros del estribillo.

“Rollercoaster Zen” es una preciosidad. Una canción que aúna elementos pop con disco e incluso soul en una melodía de primer nivel. Está ejecutada con una elegancia y una categoría sólo al alcance de los grandes.

El álbum finaliza con “The Sound Of Clouds”, taciturna balada de ambiente gótico significada por un envolvente piano.

Es evidente que en “Solid States” las guitarras ya no tienen el mismo protagonismo que tuvieron en otros trabajos previos de los Posies, quienes en esta ocasión han optado por dar mayor presencia a teclados, pianos, sintetizadores… acogiendo nuevos arreglos y disposiciones sonoras, hecho que para nada tiene por qué estar reñido con la calidad del producto final. Y es que afortunadamente lo que no ha cambiado es la capacidad innata de Auer y Stringfellow para crear grandes canciones que dignifican la palabra pop.

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