Crítica
Sensacional álbum de los Rolling Stones con portada diseñada por el artista neoyorquino Andy Warhol.
Es un disco esencial de rock con ritmos negros, trazos blues y country sobre materias alucinógenas y avidez sexual.
“Sticky Fingers” es un impresionante viaje sonoro que nos machaca con intensos riffs eléctricos, apasionadas travesías acústicas, baladas emocionales y alguna pieza de esencia narcótica.
La interactuación instrumental es magnífica entre unos excelentes músicos a los que se les une el saxo de Bobby Keys, los pianos de Ian Stewart, Jack Nitzsche, Jim Price y Nicky Hopkins, la guitarra de Ry Cooder, las cuerdas de Paul Buckmaster o la percusión del productor Jimmy Miller.
El álbum es una obra maestra de principio a fin, con piezas memorables como “Brown Sugar”, “Sway”, “Sister Morphine” (compuesta junto a Marianne Faithfull), “Wild Horses”, “Bitch”, “Dead Flowers” o “Can’t You Hear Me Knocking”… pasajes clásicos de una banda clave en la historia del rock.