• Por Antonio Méndez

”shinsCrítica

Cuarto disco de los Shins, un grupo liderado por James Mercer que apuntaba maneras en interesantes discos como “Oh Inverted World” o “Chutes Too Narrow”, pero que poco a poco se va diluyendo en un proyecto formulista de cantautor para las florituras líricas de Mercer.

Producido por Greg Kurstin y el propio Mercer, el álbum se inicia con dos de sus mejores canciones, “The Rifle’s Spiral”, medio tiempo con sonidos electrónicos, bases funk y post-punk, y “Simple Song”, corte pop-rock en donde se aprecia la capacidad melódica de la banda estadounidense.

“It’s Only Life” es una balada pasable sobre recomposición de amistad que exhibe la habitual voz quebradiza, con énfasis en falsete, de su cantante.

Sonidos cálidos en “Bait And Switch”, pop-rock sin trascendencia con trazos latinos y funk en donde Mercer afirma que es un hombre sencillo maldito por un corazón honesto…

En “September” parece el bueno de Neil Finn en una balada acústica con reverb, guiro y slide, y en “No Way Down” aviva el tempo con textos políticos, toques funk e influencias del pop británico de los 80, en concreto los Smiths.

“For a Fool” es un corte tranquilote con estribillo pegadizo, mientras que “Fall Of ‘82” muestra intentos de sofisticación en un soso momento pop-funk-rock con Mercer muy agradecido a su hermana. Peter Frampton podría cantar este tema amorfo.

“40 Mark Strasse” es otra balada sin personalidad, típica de radiofórmula que tanto la puede cantar Pepe como Juan. Soft rock FM con toques soul a lo Wet Wet Wet.

Cierran el disco con la canción que le da título, “Port Of Morrow”, pop soul con mezcla vocal laxo-letárgica entre John Lennon y Marc Bolan.

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