Crítica
Julian Casablancas, vocalista de The Strokes, publica su segundo disco de estudio con su proyecto paralelo The Voidz.
La inevitable huella de los Strokes la encontramos en temas como “Leave It In My Dreams” o “Permanent High School”, pero ni mucho menos representa lo esencial en “Virtue”. También descubrimos reminiscencias de otros artistas como Beck (“All Wordz Are Made Up”) o Radiohead (“My Friend The Walls”).
Lo cierto es que estamos ante un trabajo variado, diverso, con un acusado toque experimental, que exhibe un acertado empleo de los sintetizadores como base instrumental de muchas de las canciones, excesivo en ocasiones (como sucede en “Qyurryus”, con ese toque oriental y un abuso insufrible del auto-tune), arriesgado y que no desdeña en absoluto el buen gusto melódico.
Sin duda un disco que no deja indiferente y que resulta tanto o más interesante que los protagonizados por Casablancas al frente de su anterior y aclamado grupo.