• Por Antonio Méndez

wilco-schmilco-discosCrítica

Jeff Tweedy, líder de Wilco, es un autor que tanto graba un álbum rock eléctrico con huellas de la psicodelia, el sunshine pop, el power pop o el art rock, como un LP acústico fundamentado en el rock de raíces con country, folk… “Schmilco”, nombre derivado de un disco de Harry Nilsson (“Nilsson Schmilsson”), pertenece a este último estilo.

El álbum, con portada diseñada por Joan Cornellà, se inicia con “Normal American Kids”… siempre tuve miedo a esos chicos normales americanos, los odio…
Jeff se cree muy especial, no es “normal”, les tiene pavor…
Recuerdos de infancia en una melódica balada folk con voz adormilada.
Pretensiones de Fred Neil.




En muchas ocasiones del álbum, Tweedy adopta modo John Lennon.
La primera en “If I Ever Was a Child”… nunca he estado solo durante el tiempo suficiente para saber si fui un niño…
Juventud perdida… busco la clase de dolor que puedo soportar…
Pose atormentada con falsete, sonidos twang y bases country pop con destacado bajo de John Stirrat.

No paro de llorar todo el día y toda la noche, tengo un agujero en mi corazón, hay otro futuro por el que luchar…
Optimismo pesaroso en “Cry All Day”, pieza de ritmo cabalgante que acerca a Tweedy a Alex Chilton con los Big Star
Estoy harto de tu aflicción.




wilco-foto-schmilco-criticaUno de los cortes más interesantes y experimentales de “Schmilco” es “Common Sense”, canción de atmósfera oscura que suena en ocasiones como un post-punk gótico, disonante, y en otras como una psicodelia a lo Syd Barrett o Soft Machine.

Tampoco está mal “Nope”… no sé calificar el dolor…
Blues funk rock en tempo lento que tanto evoca al Marc Bolan en la época folk pre-glam con T. Rex como a los Beatles de la etapa “Let It Be” o a los sonidos en solitario de Jack White.




Tweedy es un autor melódico de primer orden.
Sólo hay que escuchar “Someone To Lose”, rítmica pieza… ¿dónde vas con tu abrigo de inverno? Me pregunto qué escondes cuando no hace frío…
Luminosa, angular, mezcla entre el pop soul Motown y los Beatles de “Revolver”.

Mi madre dice que soy muy grande, realmente creo que lo dice sinceramente…
Amor de madre en “Happiness”, un corte de pegadizo estribillo que podría grabar Lennon con la Plastic Ono Band.

En “Quarters”… la taberna en la que trabajabas era fría y oscura como una cueva… ¿quién es? El hijo de mi hija…
Balada country folk con un estilo Paul Simon y guitarra clásica española.
Es una pieza que rememora al abuelo de Tweedy con algún ligero rasgo progresivo.




Susurros en “Locator”, un buen tema con toques blues garajeros a lo Jack White, Black Keys… o Velvet Underground.

“Shrug And Destroy” es una melancólica balada con piano, voz desalentada, enfoque pesimista… me pregunto qué es lo que hay que destruir cuando ya no queda nadie.
Otro corte muy lennoniano.

No somos el mundo, no somos los niños, pero tú eres mi chica de seguridad…
Ironía en “We Aren’t The World (Safety Girl)” con respuesta al famoso corte buenista escrito por Lionel Ritchie y Michael Jackson.
Es un tema que podrían grabar en los años 70 los Big Star, una delicia pop con un ritmo casi latino…
Hay una araña en mi sopa… Harto de sermones…
Un buen armageddon puede alegrarme el día.




Despedida con el propicio título “Just Say Goodbye”… lo intentamos como si tuviéramos respuestas…
Melódica, melancólica balada que cierra un pasable LP de raíces, reflexivo, evocativo, agridulce, que mejora con cada escucha.

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