• Por Antonio Méndez

biffy-clyro-myth-happily-ever-after-albumCrítica

Biffy Clyro alternando pesimismo y misantropía con optimismo y filantropía en un álbum típico de su sonido, entre el post-grunge, el prog-rock y el hard rock de estadio.
¿Felices para siempre? Nunca… o a veces.

Se abre “The Myth Of The Happily Ever After” con “DumDum”, pieza en la que un descreído Simon Neil cree que todo es una farsa… cierto… que hay que molestar desde el comienzo… depende a quién… vida bajo presión… en bastantes ocasiones… con una pieza de intro lenta que suena como el dúo Blackfield antes del crescendo con su habitual épica arena rock.



biffy-clyro-myth-happily-ever-after-review-critica“A Hunger In Your Haunt” acelera el tempo con energía, muy punk.
¿Disfrutas de la tormenta?… toda tuya… No llevaremos nada como nosotros…
La futilidad existencial con espléndido guitarreo, intensidad rock catártica y algún grito postureo a lo U2.

No cesa el ritmo con “Denier”, canción con Ben Johnston ensañándose con la batería… caña, caña… punteando el verso y el puente, en otro hard punk con tramos rabiosos y variantes melódicas con la potencia dulcificada por el estribillo.
Tiene fuerza este tramo de disco.

“Separate Missions”, de nuevo con Johnston destacando en la batería, utiliza sintetizadores en una pieza de atmósfera e influencias post-punk, a lo The Cure, con desarrollo arena rock y falsete en el estribillo… mantuviste tu palabra pero perdiste parte de mí.
Promesas rotas. Ruptura de pareja.

Escenarios de ritual en “Witch’s Cup”… bebimos de la copa de la bruja, todos moriremos… un tema de curiosos arreglos que cruza estilos: el pop de vodevil con el surf, el glam, el post-grunge.
No falta el estribillo intenso.
Los Biffy Clyro se trabajan las piezas.

“Holy Water” comienza como un folk melódico con una tranquila acústica e imágenes de muertes, pecadores, hospitales… con Neil anhelando agua bendita en un contexto incierto de supervivencia… esta fuente está seca…
Progreso prog folk con un inesperado outro con estallido eléctrico.

Continúa la búsqueda de Dios con “Errors In The History Of God”, pieza épica con deseos de nuevos mundos… preparado para explorar… en un prog-rock muy Steven Wilson.

“Haru Urara” es el nombre de un caballo de carreras de Japón que utiliza el terceto escocés para crear un elegante pop soul con un outro que eleva el ritmo con otro guitarreo eléctrico.


… el diablo nunca se va… juntos hacia lo desconocido… “Unknown Male 01” prosigue con teología ambigua y la mezcla ambiciosa de estilos.
Intro lenta a lo Coldplay con sonido de órgano de iglesia, crescendo post-grunge/funk/metal.
Mejor el segundo tramo.

“Existed” es una balada con falsete sobre perdón, culpa, arrepentimiento… todos nos equivocamos alguna vez…
El corte más accesible y menos arriesgado.
Para triunfar en las radiofórmulas.

Cierran con “Slurpy Slurpy Sleep Sleep”, una interesante canción de atmósfera (este trío sabe crear atmósferas) paranoica, robótica… en un rock progresivo que tanto nos lleva al funk como al metal encrespado o a las voces de Queen.
Una pena el texto de wearetheworldwearethechildren.
¿Ironía? Atmósfera.