Crítica
Más que satisfactorio trabajo de los británicos Black Moth, comandados por la vocalista Harriet Bevan.
“Anatomical Venus”, tercer álbum de su discografía, presenta una sonoridad que recae fundamentalmente en lo que se conoce como stoner rock, que no es más que hard rock empapado en psicodelia. En este caso también encontramos algunos aderezos grunge, metal e incluso rock progresivo.
Black Sabbath se erige, entre otras bandas, como influencia clave (solamente hay que escuchar “Severed Grace” o “A Thousand Arrows” por ejemplo) para la composición del disco.
Riffs guitarreros que tanto pueden sonar pesados como vitaminados y vertiginosos (“A Lovers Hate” es brutal), con un fenomenal trabajo de los guitarristas Jim Swainston y Nico Carew.
La gran voz de Bevan encaja a la perfección con el tono épico que desprende gran parte del álbum, con algunos pasajes de indudable belleza.
Asimismo, nos sorprenden en composiciones como “Istra”, “Buried Hoards” o la citada “Severed Grace”, con meritorias variantes rítmicas y melódicas… todo ello beneficiado por un estupendo trabajo de producción.
En definitiva, un gran disco de stoner rock.