• Por Javier Platas

django-django-born-under-saturn-albumCrítica

Segundo larga duración de Django Django, cuarteto británico que viene a suceder a su destacado álbum homónimo de debut publicado a principios de 2012.

Producido por David MacLean, batería del grupo, “Born Under Saturn” es otro notable muestrario de la capacidad de esta banda que conjugando con talento el pop con la psicodelia y el electropop ha parido un disco que seguramente merezca estar entre los mejores del año en su género.




“Giant” es el punto de partida. Un temazo rico en texturas de sabor psicodélico, variantes melódicas de primer nivel, maestría en la creación de ritmos con acertados arreglos instrumentales y unas fantásticas voces.

django-django-foto-grupoLe sigue “Shake & Tremble”, otra de las piezas destacadas. Pop psicodélico con un inquietante inicio, brillante trabajo en las armonías vocales que en algún tramo incluso recuerdan a los Beach Boys más lisérgicos y un gran protagonismo para el bajo de Jimmy Dixon.

De nuevo los Beach Boys del “Smile” (1967) parecen ser la inspiración para “Found You”, una de las canciones de mayor calado experimental del disco.




La capacidad para componer estribillos melódicamente irresistibles es evidente en los Django Django. Aquí hay maravillosos ejemplos de ello como es el caso de “First Light”, una de las cumbres del álbum con base y arreglos electropop e incluso tecnopop. Una auténtica delicia.

Otro estribillo de primer orden es el de “Pause Repeat”, magnífico tema marcado por un dinámico teclado y por unas nuevamente reseñables armonías vocales.
“Reflections” es un sensacional corte electropop psicodélico y bailable con excelentes arreglos y un estribillo en el que vuelven a demostrar su maestría melódica y vocal.

“Vibrations” es pura psicodelia.
Un tema más arriesgado y experimental en su desarrollo e instrumentación pero con resultados menos convincentes que los anteriores.




Sin duda uno de los platos fuertes llega con “Shot Down”, gran canción de tecnopop industrial sublimada por un glorioso estribillo.

A partir de aquí se produce un bajón sensible en la calidad del disco a pesar de moverse todavía en un nivel bastante aceptable. La verdad es que parecía difícil mantener el listón tan alto de la primera mitad del álbum. Aún así se escuchan canciones de indudable valía dentro de sus constantes sonoras como “High Moon”, “Beginning To Fade” o “Life We Know”.