Crítica
Other Lives, banda de Oklahoma, es un grupo interesante con su mezcla de poesía melancólica, críptica, en sonidos de pop orquestal, folk, post-punk con ecos también del spaghetti western.
Jesse Tabish, su cantante, también es el productor junto a otro componente del grupo, Jonathon Mooney, y Andrew Stonestreet.
Se abre “For Their Love” con “Sound Of Violence”, pieza lenta, elegante, de vocalidad laxa, trazos folk, tramos twang spaghetti western y arreglos orquestales.
Podrían cantarla a mediados de los años 60 los Walker Brothers o Gene Pitney… puertas doradas, esposa feliz, nada se compara con el sonido de la violencia… ¿no es gracioso ver como transcurren los años?
Sonido oscuro el de “Lost Day”, atmosférica canción… estoy saliendo, pero no me verás, muéstrame que eres de verdad…
La canción, de gran clase, aviva el ritmo con ritmos hispanos, orquestación, muro de enredada lisergia.
Es como una especie de psicolounge.
Se rasguea una acústica en “Cops”, pop sedante con contrastes en voz abatida y muro de tensa instrumentación… olvidaste la cartera, la policía entró. Tío, nos decepcionaste…
Entre el dream pop y el post-punk.
En otra canción lenta, “All Eyes For Their Love” hay una larga intro instrumental, muy de banda sonora del agente 007, antes de un progreso lounge, jazz pop, progresivo, al estilo de los primeros Moody Blues con Justin Hayward.
Notable corte.
“Dead Language” es una composición desnuda, acústica, delicada.
A lo Tim Hardin, a lo Tim Buckley, con añadido de voces softcore de Kim Tabish, mujer de Jesse.
Sonido urgente en la intro de “Nites Out”, como un giallo con banda sonora de Ennio Morricone.
Tensión, atmósfera… sentado en la noche, hasta que llegue el día. Peligro, ruido, escucha algo…
Influencias post-punk en esta plausible canción que podrían interpretar los Arcade Fire o los Interpol.
Vuelve el estilo Gene Pitney en el pop crooner, country folk, “We Wait”, una canción con una fenomenal interpretación vocal… la muerte en mi sueño, a veces sueño contigo…
Ruptura amorosa, recuerdos.
Un piano en la intro de “Hey Hey I”, la canción más movida del álbum.
Suena una castañuela y el ritmo se agita con un bailable tempo estilo Motown con trazos new wave.
Otro corte de mérito.
En “Who’s Gonna Love Us” muestran su gusto en los arreglos con un psico art pop sobre amor, pérdida, carpe diem.
Cierran con “Sideways”, balada folk, voz frágil y de nuevo un sonido con ecos de film del Oeste.
Polvo en el aire. Noche fría. En la cama.