Crítica
Disco blues rock con influencias también soul y funk.
Canciones de tres minutos, textos sencillos y mucho formulismo.
Los Black Keys en modo automático.
El álbum se abre con “Wild Child”, tema con el dúo aunando el R&B de Bo Diddley con el funk.
Riff directo, wah wah y letras de calentura sexual.
“It Ain’t Over” comienza en plan “I Heard Through The Grapevine” de Marvin Gaye con progreso en medio tiempo elegante.
Soul con percusión latina.
Texto baladí sobre lograr los sueños, no te rindas.
Muy tópico.
Influencias de John Lee Hooker en el templadito blues-boogie rock, con falsete, “For The Love Of Money”, ironía sobre el dinero como factor de acción.
La pasta manda.
La percusión destaca en “Your Team Is Looking Good”.
Lo de siempre.
Riff blues rock, trazos soul-funk, estribillo sencillo, tempo calmado.
Casi no hay letra.
Se repite y termina aburriendo.
Tu equipo se ve bien, pero no tanto como el nuestro.
Pues fenómeno.
Billy Gibbons (ZZ Top) toca la guitarra y co-escribe junto a Dan Auerbach y Patrick Carney la canción “Good Love”.
El buen amor es tan difícil de encontrar… canta Auerbach… con el guitarreo blues de Gibbons, el fondo soulero y un sonido de órgano.
Se deja escuchar sin trascender.
Una guitarra limpia se escucha en la intro de “How Long”, percusión latina, romanticismo soft rock en tempo lento.
Floja.
Regresa la distorsión guitarrera con la canción de carretera “Burn The Damn Thing Down”, el corte más rock del disco, aunque en ritmo sosegadito, con piano y coros de Andy Gabbard.
En plan Canned Heat o los propios ZZ Top.
“Happiness” no está mal.
De nuevo tempo lento, y un riff blues rock al estilo 60s o 70s, pensemos en Free o Bad Company.
Otro tópico del blues y el country: la vuelta a casa.
Estoy vagando pero chica, te echo de menos… aquí Dan se lo canta a su hija… te compré cosas que te harán reír…
Es un corte psicoblues que podría grabar el coetáneo Jack White.
Las letras son de manual.
Termina “Dropout Boogie” con “Didn’t I Love You”, poblemas de pareja… solo soy un tonto complicado… con un blues rock lento que poco se diferencia de otras piezas previas.
Aquí con algún eco de la Creedence.