• Por Javier Platas

alice-cooper-paranormal-discosCrítica

Vincent Damon Furnier (nombre real de Alice Cooper) vuelve incombustible y en plena forma a sus casi setenta años para regalarnos “Paranormal”, vigesimoséptimo álbum en estudio de su longeva trayectoria.

Producido por Tommy Henriksen, Tommy Denander y por su habitual colaborador, el canadiense Bob Ezrin, el disco no es comparable a sus clásicos trabajos de la primera mitad de los 70, como “Love It To Death” (1971), “Killer” (1971), “School’s Out” (1972) o “Billion Dollar Babies” (1973), pero desde luego es un álbum notable que tanto los incondicionales de Cooper como los buenos aficionados al rock en general disfrutarán de lo lindo.

Se abre con el tema de homónimo título, “Paranormal”, composición de ambiente lúgubre, casi de terror en donde se combinan tenues punteos guitarreros con poderosos riffs. Llaman la atención sus cambios de ritmo. La parte final se acelera en un vibrante tramo de hard rock metalero con guitarras a lo Black Sabbath. El bajo lo interpreta aquí Roger Glover, el conocido componente de Deep Purple.

“Dead Flies” es un hard rock clásico con fenomenal riff y un estribillo sencillo pero muy efectivo. Adictiva, enérgica, sensacional.

En “Fireball” la voz de Cooper se escucha bajo un filtro de distorsión. El ritmo es veloz y la canción posee un cierto aire psicodélico con teclado de fondo y guitarras afiladas.

Un intenso bajo se escucha en el inicio de “Paranoiac Personality”, destacado corte hard-glam-rock con un fantástico estribillo. La voz de Cooper es agresiva, chulesca.

“Fallen In Love” principia con un riff marca de la casa de Billy Gibbons, el famoso miembro de ZZ Top. Es un estupendo boogie rock. Gibbons también participa en la composición de esta pieza que perfectamente podría estar incluida en alguno de los grandes discos setenteros de los míticos barbudos de Texas.

Se acelera el tempo y de que manera en “Dynamite Road”, un tema heavy metal de guitarras cabalgantes y voz amenazadora. El solo en su tramo final es corto pero intenso. Brillante.

alice-cooper-foto-critica-2017“Private Public Breakdown” tiene mucha clase en su desarrollo con contundentes riffs e influencias tanto de los Stones setenteros como de T. Rex. El trabajo guitarrero es magnífico.

Una sección de viento y aires de big band son protagonistas en “Holy Water”, divertida composición con dosis de teatralidad en la que se escuchan guitarras con efecto wah-wah.

“Rats” es un demoledor rock n’ roll para menear el esqueleto y disfrutar a tope con esta estimulante pieza de enardecidas guitarras.

El disco, totalmente recomendable, finaliza con “The Sound Of A”, una balada/medio tiempo psicodélico a lo Pink Floyd que Cooper había compuesto junto a Denis Dunaway (bajista de la Alice Cooper Band) en 1967. En su momento la canción quedó olvidada, siendo recuperada cincuenta años después para las sesiones de grabación de este “Paranormal”.

En los créditos, aparte de las mencionadas colaboraciones de Roger Glover y Billy Gibbons, encontramos a Larry Mullen Jr. (U2) a la batería.

El álbum incluye ocho nuevos temas a modo de bonus tracks. Seis de ellos son adaptaciones en vivo de temas conocidos de su discografía, mientras que los otros dos son dos nuevas canciones grabadas por Furnier junto a la formación clásica de la Alice Cooper Band, es decir, Neal Smith a la batería, Denis Dunaway al bajo y Michael Bruce a la guitarra.

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