• Por Antonio Méndez

beck-colors-disco-portadaCrítica

La primera escucha de este disco desconcierta.
Parece la respuesta de Beck al dance-pop-funk de sintetizadores de radiofórmula de Bruno Mars.
Con más escuchas, las melodías comienzan a pegarse y la reiteración de ritmos a incitar al baile.
Es un Beck muy diferente a entregas previas.

La concepción total del disco podría ser acreditado al dúo Beck Hansen/Greg Kurstin, ya que este último co-escribe casi todas las canciones, las co-produce y toca gran parte de los instrumentos, con Roger Manning de los Jellyfish metiendo coros.
Es un disco dance pop de sintetizadores con ritmos dinámicos, programados, tono optimista, entusiasta, letras escapistas, romanticismo, tópicos amorosos, influencias new wave, virtudes melódicas…

La ascendencia tecno-pop 80s es clara en casi todas las piezas, solo hay que escuchar el corte homónimo del álbum, “Colors”
… sentir colores, hacer colores, ver colores, todos los colores…
Muro sónico disco en donde cabe un glockenspiel, un mellotron, una flauta de pan, voces que pasan de la gravedad al falsete, melodía y arreglos a lo Duran Duran de 1983 tras una intro de compás disco-hiphopero.
Comienza el furor de Beck bajo la bola de espejos.

“Seventh Heaven” es una canción muy dance pop 80’s
… no le digas a nadie que estoy aquí, estoy lejos, en tu séptimo cielo…
Con cascadas de sintetizadores, exuberantes juegos vocales, contagioso ritmo…
Este tema les pirraría a los Stock, Aitken & Waterman; entre Jason Donovan y Big Fun.

Soy libre, no necesito pedir nada de rodillas, libre de ti y mí…
“I’m So Free” es un power pop de filtro nueva ola con distorsión guitarrera en el estribillo y tramo rapero.
Himno pop sobre autoafirmación, de simple, adhesivo estribillo que recuerda a Weezer.

beck-foto-colors-critica-discos“Dear Life” es una de las piezas con mejores arreglos.
Su piano music-hall tanto recuerda al Paul McCartney de los Beatles (“Lady Madonna”) como al pop barroco 60’s de Honeybus en un progreso melódico plausible con uso destacado de las armonías vocales en el puente… ¿cuánto tiempo debo esperar hasta que se desvanezca la emoción?…
Buen tema que, ya que está Roger Manning en el estudio, podría ser grabado por Jellyfish en los años 90.

Ritmos funk-latinos en el tecno-pop “No Distraction”
… no son las palabras, no es la tensión, no es la cara que muestro hoy, lo que necesito está delante de mí…
¿Puedo estar contigo?…
Esta canción Beck tendría que regalársela al citado Bruno Mars.

Intro con rasgueos de guitarra y… chumba, chumba, la percusión… a danzar con “Dreams”, un tema que nos devuelve al pegadizo pop de sintetizadores new wave de los 80 con el sueño como escapismo… vienen problemas, hay que estar despierto, si algo va mal, cierra los ojos…
Se estructura en un encadenado de estilos bien compactado… desde el disco funk a la nueva ola con algún arreglo garajero y vocal psicodélico.

Se templa el ritmo con “Wow”, insoportable hip hop co-escrito con Cole M. Greiff-Neill.

Vuelve la energía con “Up All Night”, quiero estar toda la noche despierto contigo, no hay nada mejor que pueda hacer…
La misma fórmula disco funk pop de anteriores temas con nostalgia ochentera y adornos de cuerdas.

“Square One”… disfruto este viaje hacia ningún lado…
Dance pop melódico de cierta sofisticación que podría haber cantado George Michael con Wham! En 1984. Y el dúo Wax pocos años más tarde.

El único corte escrito en solitario por Beck es la balada final “Fix Me”, romanticismo en modo delicado, melódico, con densa producción.

Los gustosos del tecnopop 80’s más bailable y radiofónico se lo pasarán de miedo con este disco de festivo cromatismo new wave.
Los que no soporten el pop de sintetizadores mejor que lo eviten.

Ir a la biografía AlohaCriticón de Beck