• Por Antonio Méndez

coldplay-everyday-life-album-discografiaCrítica

Acomodados en sus últimos discos al éxito FM grabando pop-rock sin riesgos, formulista, plano, adolescente, los británicos Coldplay se mostraron más ambiciosos en este álbum, “Everyday Life”, su octavo disco de estudio, un trabajo ecléctico en donde cabe la orquestación, el folk, los sonidos étnicos…
Los textos, amor universal no exento de topicazos, caen en el buenismo desde la mansión y el sermón “we are the world, we are the children”, pero el trabajo instrumental es notable, con pasajes destacados en melodías y arreglos.

El LP se abre con “Sunrise”, pieza instrumental en tono melancólico y tempo lento.
Piano clásico con arreglos de cuerdas de Davide Rossi y evocación a sonidos cinematográficos, pensemos en John Barry.




En varias canciones del álbum Chris Martin nos muestra su lado más espiritual, con búsqueda de Dios, misticismo…
“Church”… cuando estoy contigo es como si andase por el aire… cuando estoy mal voy a la iglesia.
Todos uno, Dios, Alá, Yahveh…
Repiques jangle pop y bases folk rock con adornos de cuerdas en medio tiempo.
Sonidos densos, trazos arábigos en fusión globalista y amaneramientos estilo Bono.

El tempo se calma de nuevo con “Trouble In Town”.
En este corte Martin trata los conflictos raciales con la inclusión de una conversación real de un policía y un hombre negro en un tramo dramático con crescendo antes de retomar la aparente dulzura con coro infantil africano.
La ley de la selva en la urbe multicultural, sangre, violencia, con percusión étnica, esencias soft rock y toques jazz pop al estilo del Sting más prescindible.




coldplay-everyday-life-review-critica-albumEn “BrokEn” vuelven al encuentro espiritual materializado en un góspel.
… pon tu luz sobre mí…
El espiritual Chris en plan Ray Charles.

Una de las mejores melodías de “Everyday Life” es “Daddy”, canción desde la perspectiva de un niño que anhela la presencia de su padre ausente.
… papá, estás ahí, ¿vienes a jugar?…
Balada de piano, delicada, emocional, con un fenomenal estribillo.

“WOTW/POTP” es un relleno folk en plan demo.
El poder de la gente para cambiar el mundo.
Lo de siempre…

El texto de “Arabesque” cae en la demagogia de “todos somos uno”, “todos somos hermanos”, resumiendo la complejidad de la vida y las relaciones de forma sencilla desde una pose privilegiada.
Instrumentalmente es uno de los mejores momentos del álbum con arreglos excelentes.
Este medio tiempo, con una parte cantada en francés, cruza el funk, el jazz y los sonidos orientales, sobresaliendo el solo de saxofón.




Llueve en la intro de “When I Need a Friend”, otra canción espiritual.
… que baje la paloma, revélate…
Pieza lenta de envoltorio navideño en su coro con un final en español tomado del cortometraje documental “Everything Is Incredible”, sobre un hondureño que contruyó un helicóptero y fue tomado por muchos por loco.
Haz realidad lo imposible en el mundo de cuerdos.

El interludio de pájaros y campanas es un acrónimo de Dios es Amor.
Iglesia y cipreses.

coldplay-fotos-review-critica-discos-2019Guitarreo acústico en “Guns”, con el folk de nuevo como inspiración.
Martin trata la violencia, la multiplicación de las armas.
… todo el mundo se ha vuelto loco, quizá yo también estoy loco…
Influencia de Bob Dylan en un corte para escuchar y olvidar.

Otro coro infantil en “Orphans”, canción sobre los niños como víctimas de la violencia, de la guerra, del terrorismo..
Pop-rock de buenas intenciones, como un U2 de serie B.

Nos vamos a Nigeria con “Eko”, punteos folk e idealización de lo ajeno, de lo lejano.
… en África bailamos, nos abrazamos…
Todo es idílico en Lagos para un Chris Martin de hotel de cinco estrellas, aquí tocando la acústica, con voz dulce enlazando estampas de ilusión y relajo.
No está mal la melodía.




Ahondando en lo ecléctico, suena música soul al estilo de comienzos de los años 60 en “Cry, Cry, Cry”, canción de amor universal que toma partes de “Cry Baby” de Garnet Mimms.
Podrían interpretarlo también Gladys Knight & The Pips en los inicios de la referida década.

Nostalgia de viejos amigos en “Old Friends”, tema acústico, lento folk a lo Paul Simon.
Paso del tiempo, ausencias… La vida fluye.

“Bani Adam” se divide en dos partes.
La primera es un instrumental de piano, hermosa pieza que cruza a Michael Nyman con Frederic Chopin, y la segunda un atmosférico art rock con guitarras The Edge y un recital de poema persa con coros infantiles.
Singular corte.

Los coros infantiles de la pieza previa enlazan con “Champion Of The World”, un medio tiempo pop sobre ilusión, esperanza, confianza en superar dificultades con referencias a la película “ET”.
No rendirse, trabajar.
Riff simple y pegadizo, un buen estribillo y notable progresión melódica, estilo Keane.




Termina el disco, bastante mejor que sus anteriores entregas, con la canción homónima, “Everyday Life”, una gran balada con arreglos de cuerda de John Metcalfe.
… todo el mundo sufre, todo el mundo llora…
Remachando el sentimiento de solidaridad global para todos los públicos en frágil tempo lento con piano y denso muro de sonido.
Aleluya.
Mirando las estrellas, abrazados, pies en suelo.
Hace frío en esta parte del mundo.

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