• Por Antonio Méndez

interpol-disco-critica-el-pintorCrítica

Con título “anagrama” en español, “El Pintor”, los neoyorquinos Interpol volvieron al mundo del disco después de cuatro años de ausencia tras su previo álbum homónimo, sin la presencia del bajista Carlos Dengler y con las colaboraciones en los teclados de Brandon Curtis (Secret Machines) y Roger Manning (Jellyfish).

El álbum no aporta nada nuevo a su catálogo en cuanto al sonido, remachando sus previas influencias post-punk, en especial de Joy Division, mostrando obsesivos, quejosos, textos de melancolía romántica y catarsis emocional con angular, densa instrumentación.




Su inicio, “All The Rage Back Home”, es uno de los varios cortes sobre frustración personal, en este caso amorosa, a través de tensos ritmos con variantes de tempo, atmósferas sombrías, reverb…

El tono se vuelve más dulce, ensoñador, en “My Desire”, envolvente tema sobre búsqueda de estabilidad en tiempo de cambio. Intenso, con un trabajo guitarrero de primer nivel.

Las huellas de Joy Division son constantes en la carrera de Interpol. Sólo hace falta escuchar “Anywhere”, anhelo libertario de un sufridor amante de la new wave y el post-punk.

En “Same Town, New Story”, canción con rasgos funk, blues y psicodélicos sobre bases post-punk, se crea desazón de pareja desde una perspectiva femenina. A descatar el riff de guitarra.




interpol-foto-critica-discosPaul Banks alterna registros de crooner y falsete en “My Blue Supreme”, balada empalagosa en plan pop sofisticado.

“Everything Is Wrong” es un corte de superación, reconciliación, ánimo de transformación en sugerentes, apasionadas texturas post-punk.

“Breaker 1” es una de las piezas más monótonas, más aburridas del álbum, mientras que la melódica y estimable “Ancient Ways” es una de las más rítmicas y cortas.

En la parte final destaca la atmósfera y la melodía de “Tidal Wade” antes del término con “Twice As Hard”, uno de los temas más insípidos de este trabajo que gustará a los seguidores de esta banda estadounidense.