• Por Antonio Méndez

muse-the-2nd-law-discoCrítica

Desde “Black Holes And Revelation”, el grupo británico Muse dejó semi-aparcado su reciclaje lacrimoso de Radiohead para crear composiciones más eclécticas en las que tanto cabía el techno pop como el rock progresivo, la épica pop-rock FM o el dance funk. Tal progreso continuó con “Resistance” y prosiguió con este “The 2nd Law”, un álbum iniciado con la apreciable e intensa canción rock “Supremacy”, cruce entre las maneras operísticas-teatrales de Queen, las bandas sonoras de las películas de James Bond y los Led Zeppelin de “Kashmir”.

“Madness”… mamamamamad… es un aburrido corte disco-electrofunk con influencias de U2 y George Michael… No puedo liberarme de los recuerdos, tengo que saber si el amor es verdadero… Locura de amor.

“Panic Station”, otro corte sobre liberación y cambio (constante en este álbum), es una pieza de baile que mezcla a los Scissor Sisters, el “Another One Bites The Dust” de Queen (sin duda su principal influencia en estos últimos tiempos) y las canciones pop-rock ochenteras de INXS.

“Survival” es otro reciclaje Queen con pretensiones sinfónicas, mientas que “Follow Me”, canción con tópicos sobre apoyo amistoso-amoroso, es una amorfa, poco grata combinación de estilos y sonidos con base orquestal.

muse the 2nd law critica review“Animals” les devuelve de forma monótona a sus primeras ascendencias Radiohead con propósitos de reproche populista.

“Explorers” es una balada (de nuevo con influencias de Queen y esencias de canción de cuna) que pierde su efecto emocional por su pose afectada y su larguísima extensión. No viene mal para echar un sueñecito.

“Big Freeze” es un calco de U2 en su pop-rock con adornos sobrantes de sintetizador. En “Save Me”, escapismo para pareja… Necesito que me rescates, no soy nada sin ti… La interpretación vocal es estupenda en esta pieza a lo Brian Wilson con trazos psicodélicos.

“Liquid State” es un stoner rock de tenso ritmo y ásperas guitarras que, aunque no es nada del otro mundo, por lo menos aviva el tempo después de tanta balada.

Las dos piezas finales forman un encadenado de ambicioso prog-rock sobre termodinámica, entropía y aspiraciones gratuitas de salvamundos con vocoder robótico y perorata de Katie Razzall. Por lo menos “Unsustainable”, con huellas de Kraftwerk, coros pomposos y urgentes violines, y “Isolated System”, sonidos techno-ambient con influencia de Mike Oldfield, tienen cierto atractivo atmosférico.

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