• Por Antonio Méndez

muse the resistance critica disco reviewCrítica

Ambicioso quinto disco del trío británico Muse.
Si Radiohead parecían su principal espejo en tiempos pasados, ahora es Queen y el rock progresivo de los años 70 la principal referencia de su líder, Matthew Bellamy, a la hora de conceptuar el sonido de “The Resistance”, un disco de cierto mérito que encuentra a la banda con temas de ciencia-ficción, principalmente distopías estilo Aldous Huxley, Ray Bradbury o George Orwell.

Tales argumentos de futuros paranoicos y opresivos en donde hay que resistir al control gubernamental de políticos que pretenden la alienación-anulación del individuo se definen en la apertura, “Uprising”, corte en tonos graves en donde confluyen de forma rica diversos estilos: sintetizadores prog-rock 70’s con ambientes espaciales, potente percusión glam al estilo de los “Rock And Roll” de Gary Glitter, líneas robóticas-dance con fuzz bass que recuerda a la new wave, riffs guitarreros post-punk o afectaciones operísticas con una ejemplar ejecución vocal de Bellamy. Intensa y estupenda entrada de álbum.




muse fotos critica de discosSi la anterior pieza poseía empaque épica emocional, la segunda, “Resistance”, no se queda corta en tal aspecto. Ahora los teclados evocan también escenarios espaciales pero con un toque más onírico. Hay piano, baterías con eco, guiños a Joy Division en el texto, toques de U2… De nuevo nos ubicamos en una distopía. No quiere vivir en un mundo de pena. El tono es melodramático y fatalista, los coros épicos y la influencia de Queen es evidente en las voces.

En “Undiscloses Desires”, Matthew Bellamy pretende exorcizar demonios del pasado. La ascendencia en esta canción de Depeche Mode, en especial del inicio de su canción “Strange Love” con remedo de pizzicato, es clarísima. Tiene un estribillo fenomenal y parecido a lo que podían ofrecer Depeche Mode, algo muy válido, pero las estrofas recuerdan demasiado al dance pop pachanguero tipo Backstreet Boys y similares.

La unión política de Europa y Asia se propone en “United States Of Eurasia”, un tema con piano, arreglos de cuerdas. En inicio es una balada a lo Queen, con ecos de “Bohemian Rhapsody”, y su desarrollo, con incremento de tempo, contiene tramos orientales que evocan el movimiento de una bailarina de la danza del vientre y partes clásicas en el que se interpreta a Chopin.

En “Guiding Light” se busca un guía de luz (no se sabe si espiritual o carnal) en tiempos confusos y de crisis. El calco del tema “Viena” de Ultravox mengua su interés.

Un órgano de iglesia inicia “Unnatural Selection”, corte significado por sus variantes rítmicas que vuelve a recordar a Queen con tramos de metal. Lo más destacado es su potente riff guitarrero garage-punk.

En “MK Ultra”, con referencias a la CIA, hay riffs en tonos urgentes con capas de sintetizadores “avilionados”, guitarras briosas y voces en armonías lisérgicas, mientras que el medio tiempo “I Belong To You” emplea un piano cabaretero, un bajo funk y rasgos clásicos que mezclan el “Sansón y Dalila” de Camille Saint-Saens con las tonads del Tin Pan Alley. Es un tema muy ambicioso que preludia la suite sinfónica “Exogenesis”. Violines, falsete, piano, sonidos acuáticos y operísticas, resonancias de Rachmaninoff, del “Para Elisa” de Beethoven, de Irving Berlin… Escuchable fin de disco en donde sus bases progresivas asoman con mayor claridad mientras se narra una poco original historia de ciencia-ficción.