Regresan a la actividad discográfica los estadounidenses Panic! At The Disco, convertidos ya a estas alturas más que en un grupo, en un proyecto de Brendon Urie, cantante y alma mater de la formación.
“Pray For The Wicked” es su sexto disco de estudio y prorroga en cierto modo los sonidos comerciales de su anterior entrega “Death Of A Bachelor” (2016), es decir, pop-rock electrónico, bailable y discotequero, con una gran cantidad de pomposos arreglos, especialmente de viento con vigorosas trompetas sonando como apoyo instrumental de unas composiciones que en su mayoría irradian energía y luminosidad.
La inicial y fantástica “(Fuck a) Silver Lining” y “High Hopes”, un temazo tremendamente pegadizo con un extraordinario estribillo, son dos de los mejores ejemplos de las bondades de este álbum, un álbum que a pesar de sus defectos, de algún que otro altibajo y de sus a veces excesivas concesiones comerciales, mantiene un nivel general bastante apreciable.