• Por Antonio Méndez

in rainbows radiohead critica reviewCrítica

Séptimo álbum en estudio de Radiohead, la banda británica liderada por Thom Yorke que desde aquel histórico “Ok Computer” (y ya antes con “The Bends” o el single “Creep”) arrastró con su prog-pop plañidero a múltiples copias a remedar su estilo lloriqueante, y a muchos aficionados a compartir complacientemente todo lo que este conjunto propone, ambiciosas propuestas en claves melancólico-etéreas que aglutinan diferentes estilos sonoros adornando una poética afligida: desde la psicodelia en su vertiente dream-pop y space rock, a los sonidos post-grunge de ascendencia garajera, la experimentación electrónica, el inane ruidismo, el dance-pop o el ambient

En ocasiones este mejunje resulta reconfortante y más cuando toca la fibra emocional.

En otras hastiante.
Con “In Rainbows” combinan tal consecuencia mostrando un talento mucho más allá de la media.

Lo menos interesante es cuando parten de una idea sin desarrollo que rebota en monotonía rítmica y vocal, a la par que en un pastiche de ruiditos con desenfoque melódico sin variantes y sobreproducciones que adornando la nadería, significada en “15 Steps”, con ese uso cargante de la electrónica y la enfática voz de Yorke en falsete.




De lo más destacado son varias piezas que pueden llegar a evocar en el melómano con bagaje a los Love de Arthur Lee a través de pasajes acústico-bucólicos, preciosas melodías y arreglos orquestales de cierto nivel, tipo “Faust Arp” o “Jigsaw Falling Into Place”, deliciosa canción con melosa, sutiles voces.

Temáticamente recae en dependencias sentimentales, invasiones con referencia en título al sobado Jack Finney, afectaciones amorosas un tanto subrayadas y baratijas existenciales, con gente perdida, ansias varias, arpegios ornando hipnotismos de ojos que conducen a océanos profundos cuando no a profundidades térreas, y timoratas confesiones a través de cintas de video con pianos tristones que puede ser acompañados vocalmente en la melodía con aquello de “qué-bo-ni-to, qué-bo-ni-to, qué-bo-ni-to”.
Todos juntos agarrados de las manitas. “Qué-bo-ni-to, qué-bo-ni-to”… Queda de perlas encima de ese teclado de “Videotape”. “Apágalo ya”… Ok.