• Por Antonio Méndez

wilsonhandCrítica

En su cuarto disco en estudio en solitario, Steven Wilson creó un álbum conceptual de rock progresivo inspirado en el caso real de Joyce Carol Vincent, mujer británica que desconectó de sus familiares y amigos y apareció muerta en su apartamento de Londres en el año 2006, tres años después de su fallecimiento.
Esta historia sirve a Wilson para abordar asuntos de memoria, aislamiento, rutina, violencia doméstica, pérdida, escapismo en la soledad…

El disco se abre con “Firt Regret/3 Years Older”…. ruidos de niños, lluvia, mezcla clásica-ambient electrónica que preludia un progreso épico prog rock con personajes de cabeza gacha, niebla sofocante… es difícil vivir sin respirar, cuando estás sola es cuando realmente estás libre…
Steven, con su habitual melancolía, da voz a Joyce en una huída del mundo para llevar una vida sencilla, no compartida.




Instrumentalmente es una larga pieza que tanto nos lleva a Rush o a los Who de las óperas rock como al soft rock de America o Crosby, Stills & Nash, los Pink Floyd de los años 70 o los Yes con Rick Wakeman en los teclados.

steven-wilson-guitarra-fotosLa canción homónima “Hand. Cannot. Erase” es un pop rock con el protagonismo de una pareja en crisis… perdóname, necesito más espacio, no podemos estar juntos todo el día….
Intensidad y melodía con bases power pop estilo The Posies.

“Perfect Life”… Katherine Jenkins habla sobre un ritmo electropop-industrial.
Recuerdo nostálgico de una relación rota entre hermanas… escuchamos juntas música, fumé mi primer cigarrillo contigo, eras tres años mayor que yo…
La entrada dulce de Steven Wilson con el repetitivo estribillo dota al final orquestal in crescendo de una sobresaliente resonancia emocional.

Nueve minutos se expande “Routine”, sensible intro de balada de piano con una melodía digna de Cat Stevens, entrada vocal femenina de Ninet Tayeb y un progreso que combina el pop barroco de Left Banke con los Moody Blues del año 1968, el art pop de Kate Bush, el hard rock, el blues rock a lo Dire Straits y los sonidos de Pink Floyd.
Válido conglomerado.




“Home Invasion/Regret #9” pasa de una crítica a la alienante tecnología, a la apariencia de lo virtual, con potentes guitarras metaleras, tensos pasajes prog rock con rasgos funk que juntan a King Crimson con Uriah Heep, a un espectacular tramo instrumental de teclados con un virtuosismo estilo Rick Wakeman.

La corta balada de esencia folk “Transience” muestra la valía melódica de su autor.
Es una canción que podría ser grabada para su proyecto Blackfield.

“Ancestral”… 13 minutos de rock progresivo… las cosas que parecen importar mucho al final no importan nada, todo debe pasar…
Resignación. Escepticismo vital desde un autoaislamiento. Viñetas de rutina. Soledad urbana. Intro tranquila con flauta y evolución con variantes de tempo.
Intensidad, virtuosismo, riqueza en estilos.




Posible suicidio. Una muerte rodeada de regalos.
El final de disco sobre Joyce Carol Vincent alcanza un enfoque místico en su conclusión epistolar “Happy Returns/Ascendant Here On”, otro corte muy Blackfield… Los años pasan muy rápido, demasiado rápido.

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