Crítica
Dos componentes de Radiohead, Thom Yorke y Jonny Greenwood, y el batería Tom Skinner forman The Smile, un trío que debuta con este álbum, “A Light For Attracting Attention”, producido por Nigel Godrich.
Como siempre en estos autores, el disco contiene notables canciones atmosféricas, melódicas, de ejecución frágil, envolvente, con textos crípticos y sonidos que van de la psicodelia al ambient pasando por el post-punk o el art rock.
Se abre con “The Same”, electrónica minimalista in crescendo con tempo lento.
Art rock/krautrock con modos cinematográficos y estampas urbanas… gente en las calles, somos los mismos, todos somos iguales…
Es “The Opposite” un medio tiempo con efectos vocales y ritmo de templado baile funk con destacada percusión.
La imaginería es singular, surreal.
Objetos atrapados en espejos, atracción de opuestos ¿qué será ahora de nosotros?
Sonido más rock el de “You Will Never Work In Television Again”, con música garajera y noise al estilo Sonic Youth o Pixies.
Con la balada con piano “Pana-Vision” configuran un escenario paranoico, envolvente.
Mezcla dream pop y jazz con arreglos de cuerdas.
Uno de los mejores momentos del disco.
“The Smoke” es un psicofunk con pegadizo riff de bajo y arreglos de viento.
En “Speech Bubbles” los arreglos son plausibles en su amalgama tranquila de psicodelia, folk, bossanova…
Delicada interpretación voal, sonido acústico, órgano, ligero fondo orquestal combinado con sutileza electrónica.
“Thin Thing”
Progreso art rock y psicogaraje espacial con incremento de tempo.
Es una estupenda pieza con voz dulce contrastada con el riff nervioso, machachón.
“OpenThe Floodgates”, con Thom buscando huir de la oscuridad, es una balada con piano y marea de elegantes sintetizadores.
“Free In The Knowledge” es la mejor melodía del disco.
Balada con guitarra acústica, violines.
“A Hairdryer” tiene una guitarra psicodélica a lo Beatles (“Dear Prudence”), juego vocal, caja de ritmos y sintetizador para desarrollar un redundante mantra.
“Waving A White Flag”, con un gran trabajo en sintetizadores a lo prog-rock 70s, es una canción que subraya la habitual expresión melancólica de Yorke.
Más rítmica es “We Don’t Know What Tomorrow Brings”, un buen corte que no quedaría mal en boca de sus coetáneos en el britpop Supergrass.
Termina con una de las canciones más hermosas del álbum, “Skrting On The Surface”, frágil dream pop con orquestación.
Apreciable debut.