Crítica
Los White Stripes abrazando más que nunca sus raíces rock de finales de los 60 y comienzos de los 70, en especial los sonidos hard-rock, blues-rock y folk de los Led Zeppelin, sin olvidar el garage-rock.
Al margen de Led Zeppelin, Meg y Jack White nos hacen rememorar en este disco composiciones de Bad Company, Faces, AC/DC, Black Sabbath o Atomic Rooster.
“Icky Thump”, el single que da título al álbum en donde se aborda el asunto de la inmigración y Jack se topa con una mexicana pelirroja, es uno de los temas más potentes y metaleros del álbum. Riffs punzantes, moog, pesadas baterías, tempo amenazador y excitada y teatral expresión vocal que fusiona a los Led Zeppelin con Black Sabbath.
En “You Don’t Know What Love Is” se asientan en el blues-rock a lo Bad Company o Free con machacantes riffs, tenues teclados y expresivas guitarras eléctricas.
Igualmente el blues, ahora con combinación acústica-eléctrica y con ecos de Led Zeppelin, se manifiesta en “300 MPH Torrential Outpour Blues”. Lograda imaginería para esta pieza en la que Jack vuelve a tener roces con pelirrojas.
“Conquest” es una versión taurina de un tema de Patti Page. Curiosa mezcla entre trompetas mariachi y garage-punk con la fuzz guitar a tope.
“Bone Broke”, medio tiempo con ardiente riff a lo AC/DC, o “Little Cream Soda”, tema de fuerte distorsión, son dos ejemplos válidos de vibrante hard-rock. El primero con trazas blues-rock y el segundo con algún pasaje de flamígero ritmo cabalgante metalero.
También tienen tiempo para remedar cánticos folk escoceses con emuladores de gaitas en “Prickly Thorn, But Sweetly Worn” y “St. Andrews”, evocando estampas de danzas con faldas y pueblos envueltos en niebla.
Otros cortes del álbum son…
“Rag And Bone”, uno de los mejores del disco con un estimulante y sinuoso blues-rock, riff a lo AC/DC, y conversaciones múltiples entre Meg y Jack
“I’m Slowly Turning into You”, con moog
“A Martyr for My Love For You”, sonidos acústicos ledzep para esta historia de ligoteo con una adolescente de 1’80 saliendo del zoo
“Effect & Cause”, en donde se parece más que nunca a Rod Stewart en su etapa Faces.