Crítica
“Trespass” fue el segundo disco en estudio de los británicos Genesis, un trabajo de rock progresivo en el que se incorporó a la banda John Matthew a la batería tras la salida de Chris Stewart, futuro escritor afincado en España.
El LP, editado en Charisma Records con producción de John Anthony, es un trabajo prog-rock de piezas largas que muestra el virtuosismo de sus músicos, destacando Tony Banks en los teclados y Anthony Phillips en la guitarra.
Se abre el disco con “Looking For Someone”. Abatimiento, búsqueda, identidad, confusión.
Peter Gabriel desorientado en espacios extraños… veo un hombre sucio parecido a Buda, en la oscuridad de mi mente Damasco no está lejos, un hombre en el metro lee una revista, las cenizas nos mantienen calientes…
Me he encontrado a mí mismo.
La pieza es una épica progresiva atmosférica con variantes de tempo y conjunción de estilos, en donde cabe el jazz, el folk, el blues, la música clásica…
Iniciada como pieza lenta estilo Jethro Tull, se aviva el ritmo a mitad de pieza a lo Uriah Heep, destacando las texturas aportadas por Banks en piano, órgano, mellotron.
Rica imaginería natural en “White Mountain”, con un lobo fuera de la manada, un marginado.
Se adentra en el bosque, cae una tormenta de nieve, busca el refugio sagrado de los muertos. Crean una lucha por el poder entre la manada, el usurpador debe morir.
Es una fenomenal canción de tono melancólico, con ricas texturas sónicas y cambios de tempo.
Anthony Phillips en vivo repique folk, un destacado uso de la flauta por parte de Gabriel, Banks luciéndose de nuevo en los teclados, tramos de ritmo de marcha, silbido…
“Visions Of Angels” persiste en un ambiente de naturaleza, ahora con vínculo místico-fantástico.
… en el bosque miro al sol, miro árboles ¿los hay?, vi su cara, corrí y cogí su mano… Ángeles alrededor bailando.
El mundo congelado.
Comienza esta canción como un soft rock poético, con un frágil Peter Gabriel en la voz, y un progreso psicoprogresivo con estilo, con delicadeza.
El piano clásico con punteos de acústica y órgano, el pegadizo estribillo con armonías vocales.
Hermosa pieza.
Intro tranquila la de “Stagnation”, una de las cumbres del LP.
Peter Gabriel pone voz a un hombre bajo un cielo rojo, quizá un escenario post-apocalíptico.
Épica prog-rock con brillantes arreglos en una sinergia magistral.
La canción más corta del álbum es “Dusk”.
… mira, mi mano se mueve, toca lo que es real…
El ciclo vital, hoy estamos, mañana quizá no. En el horizonte llega otro nuevo día. Nacido para morir.
Es una balada dulce de base folk, melódica, con sutil orquestación, voces en armonía y solo de flauta de Peter Gabriel.
Muy Jethro Tull, Barclay James Harvest, Caravan…
Termina este subestimado disco con “The Knife”, otra épica de rock progresivo con Gabriel luchando por la libertad.
… derribemos todas las mentiras que han colocado en nuestras mentes…
Rítmica, con un sonido agresivo, urgente, más rock que otras piezas previas.
Nueve minutos de excelente prog-rock en una mezcla entre Pink Floyd, Uriah Heep, Budgie o King Crimson.
Este disco, el único con John Matthew en las baquetas (llegó Phil Collins para el siguiente) y el último con Anthony Phillips, es un buen álbum para comenzar con los Genesis progresivos.