• Por Antonio Méndez

lowrider-refractions-critica-discosCrítica

El grupo rock sueco Lowrider solo había publicado un disco grande, en el ya lejano año 2000, titulado “Ode To Io”, en el que hacía sonar canciones deudoras del stoner rock, del hard psicoprogresivo, del space rock, del acid rock, del metal lisérgico… con huellas tanto de Kyuss como de Black Sabbath o de Hawkwind.

Veinte años después aparece el segundo álbum del cuarteto liderado por Peder Bergstrand, productor además de principal compositor, cantante, guitarrista, bajo y teclados.
En “Refractions”, la banda de Karlstad nos lega el mismo sonido fuzz denso, psicodélico, hipnótico, repetitivo, de tempos pesados y atmosféricos… encontrados en su debut.




Bergstrand, junto al guitarra líder Ola Hellquist, escribe la apertura, “Red River”… y sangro… ven conmigo bajando el río que fluye… con riffs potentes, distorsión, solo con wah wah, variante de tempo.
Buen corte, entre Kyuss, Black Sabbath, Uriah Heep y los Screaming Trees.

“Ode To Ganymede” es un temazo.
Épica de acid rock, space rock, de lisergia heavy progresiva con Andreas Eriksson dominando la intro, el preludio de una sinergia instrumental vibrante con voces soñolientas, psicotrópicas, espléndida combinación guitarrera, cambios de tempo y un órgano a lo Jon Lord.
Gran atmósfera.




lowrider-album-review-2020-refractionsOtro corte épico es “Sernanders Krog”, ocho minutos de intenso hard rock psicoprogresivo con un desarrollo mantra, catártico, riffs penetrantes, batería poderosa… perdámonos, respiremos…
La segunda parte de la canción, con mayor peso instrumental que vocal, es demasiado repetitiva, pero intensa.

En “Ol’ Mule Pepe”, tras una intro acid blues rock, avivan el tempo con ritmo Black Sabbath, pegadizo, machachón.
Notable stoner metal.




“Sun Devil/M87” es un instrumental de ritmo cabalgante, psicoheavy con rasgueos iniciales grunge antes de la distorsión y el tono ominoso.
Está entre lo menos destacado del LP.

Final con “Pipe Rider”, 11 minutos de hard rock progresivo con variantes en un sonido denso y fluido, melódico y potente, repetitivo y letárgico, tribal y ácido… Narrativa de rendición, jinetes perdidos en la llanura, ciénagas piso, ciénagas ando.
Todo a pedir de boca para el Stoner.