• Por Antonio Méndez

Crítica

Gran disco la cuarta entrega de los neoyorquinos Ramones, ya sin contar en la batería con Tommy Ramone (pero sí en la producción), quien fue sustituido en las baquetas por Marky Ramone.

De nuevo la energía sónica, los estribillos demoledores y las letras de escasa complejidad son los ingredientes esenciales de este LP ramoniano, un trabajo en el que intentan ampliar sus horizontes adentrándose en texturas más pop con disfrutables piezas como “Don’t Come Close” o “Questioningly”, canción en donde introducen una guitarra a lo George Harrison.

Lo más brillante del álbum se encuentra en su propia definición y naturaleza como grupo, la vibrante ejecución de su aplastante sonido bubblegum surf punk y la vocalidad pop de Joey.

“I Just Want To Have Something To Do”, “I Wanted Everything”, “I Don’t Want You” (una excelente canción por su simpleza y efectividad pop punk), el clásico “I Wanna Be Sedated”, “Bad Brain”, tema de pegadizo estribillo y la casi instrumental (sólo repiten tres frases) “It’s a Long Way Back”, sensacional remate para un disco espléndido, demasiado infravalorado debido a la categoría de sus tres primeras obras maestras.

Como homenaje a su amada década de los 60, incluyen una versión de los Searchers (escrito por Sonny Bono y Jack Nitzsche) “Needles And Pins”.

Ir a la biografía AlohaCriticón de Ramones