• Por Antonio Méndez

armageddon 1975 album review critica coverCrítica

Por los Yardbirds, grupo legendario de R&B y pop psicodélico, pasaron algunos de los mejores guitarristas británicos de rock de todos los tiempos: Eric Clapton, Jeff Beck y Jimmy Page, que desarrollaron posteriormente su carrera por cauces más hard rock, especialmente Beck y Page, durante finales de los 60 y los 70.

Tras desaparecer los Yardbirds, su cantante Keith Relf también formó parte de grupos de potente instrumentación con desarrollos progresivos, como Reinassance o Armageddon, banda con la que grabó un único LP con ecos de los Led Zeppelin de su amigo Page, de Iron Butterfly o Captain Beyond, antes de morir electrocutado en su bañera.




“Armageddon” es un disfrutable disco de hard rock progresivo de base blues rock y cierto sabor lisérgico, con un primer tema impresionante, de lo mejor del álbum. “Buzzard”, de poco más de ocho minutos, posee unas guitarras magníficas de Martin Pugh en un riff absorbente, intenso, secuencia derivada de la etapa de Steamhammer fortificada con la entrada del animoso bajo de Louis Cennamo, la pujante batería de Bobby Caldwell, y la áspera aparición vocal de Relf a los dos minutos de haber comenzando la vibrante pieza.

La balada “Silver Tightrope” es uno de los cortes más conocidos y bellos del grupo.
Emulando los sonidos más calmados de Led Zeppelin, logran una ensoñadora atmósfera con evocativas armonías repitiendo el título del tema, la voz solista de Keith Relf elevada con empleo del eco y una lírica e iterativa combinación de guitarras acústicas y eléctricas.

armageddon-foto-grupo“Paths And Planes And Future Gains” es un corte hard rock muy similar a lo ofertado por Led Zeppelin o Deep Purple.

Es el tema más corto del disco, pues dura poco más de cuatro minutos, y destaca por la varianza en ritmos y el poderío de los mismos concedido por la vivaz interacción instrumental de toda la banda, en especial las guitarras de Pugh, quien, como muchos otros grandes desconocidos instrumentistas del período mágico, irrepetible, de 1965-1975, está bastante subestimado.




“Last Stand Before” es otra de las cumbres del álbum con un desarrollo de hard-blues-rock zeppeliano de primer nivel.

Puede sonar derivativa pero la pieza no cede su pujanza en ritmos, pluralidad en el desarrollo de su estructura, con riffs clásicos, penetrantes, con unos magistrales, hipnóticos cuatro minutos finales en la fascinante combinación entre la guitarra incisiva, la vigorosa sección rítmica y la expresiva armónica de Relf.

El disco termina con la extensa suite progresiva “Basking In The White Of The Midnight Sun”.

Comienza con el corto instrumental de un minuto “Warning Comin’ On”, con acordes a lo Who, prosiguiendo la pieza homónima hard rock, de tres minutos y marcada por un frenético y persistente riff guitarrero, quizá demasiado persistente hasta la entrada de la mejor parte de la suite, “Brother Ego”, blues-rock a lo Clapton en Cream con un excelente solo de Pugh y de armónica de Relf, acompasado por la virtuosa batería de Caldwell.

El tema, para terminar el disco, recupera la velocidad del tempo previo con el reprise del mismo título.