Crítica
Después de llamar la atención de los amantes del heavy metal en San Francisco, la banda Metallica logró firmar con el pequeño sello, Megaforce Records, para debutar con este disco, “Kill’Em All”, un clásico del thrash metal y speed metal que muestra las influencias en la banda de las bandas británicas metaleras y hard rock surgidas en los años 70, en especial Motörhead o Diamond Head, sin olvidar a Judas Priest o Iron Maiden, y la velocidad del punk.
El pop hair metal de su entorno californiano no iba con ellos.
Dave Mustaine abandonó poco antes de la grabación para formar Megadeth.
En el LP, con producción de Paul Curcio (exmiembro del grupo 60s The Mojo Men), suenan algunas de sus colaboraciones en la escritura, por ejemplo “The Four Horsemen”, larga pieza co-escrita junto al cantante y guitarra rítmica Jame Hetfield y el batería Lars Ulrich.
El corte crea imaginerías con los cuatro jinetes del apocalipsis… vienen a tomar tu vida… en un destino inevitable… comienzas a morir desde que naces…
Intensidad cabalgante en consonancia con la iconografía de los jinetes apocalípticos, guitarras metralleta, voz agresiva y sonido abrasivo con variantes rítmicas prog-metal.
Es uno de los mejores temas del álbum.
Antes de que suene “The Four Horsemen” se escucha la apertura, “Hit The Lights” (Hetfield/Ulrich), una canción escrita sobre el disfrute de tocar en concierto ante un público entregado… cuando empezamos a tocar rock no queremos dejar de parar…
Sencillo, veloz y directo thrash metal, en plan himno, con Hetfield desgañitado, Ulrich y Cliff Burton con agilidad en la sección rítmica, y Kirk Hammet luciéndose en los solos de guitarra.
James Hetfield es el autor de “Motorbreath”, título homenaje a Motörhead… es como quiero vivir mi vida, en el carril rápido…
Frenético ritmo batidora en esta enérgica pieza metal-punk con excelentes guitarreos y Hetfield en plan catarsis juvenil.
Mustaine, Ulrich y Hetfield escriben “Jump In The Fire”, canción de pegajoso riff de guitarra, bases punk, pegadizo estribillo…
Temazo con la tentación diabólica… venta, salta al fuego… al infierno.
Salta tú por tu propia voluntad… o te tiro yo.
“(Anesthesia) Pulling Teeth”, instrumental escrito por Cliff Burton, es un interludio a tanta energía thrash metal.
El solo de bajo como eje de una pieza atmosférica psicometal.
Latigazos metaleros en “Whiplash” (Ulrich/Hetfield), con la banda sonando más veloz que nunca en una pieza conectada con “Hit The Lights” en el éxtasis de tocar en directo, griterío, saltos… nunca pararemos, porque somos Metallica…
Otra canción en la que colaboró Mustaine con Lars y James es “Phantom Lord”… arrodíllate ante el Señor Fantasma… el humo se levanta del suelo, el sonido sube…
Otra pieza de concierto sudoroso con bravío ataque instrumental que progresa en una combinación magistral de guitarras, tonos y tempos.
“No Remorse” (Hetfield/Ulrich) crea un escenario de guerra con centro en un soldado… las balas vuelan, los cuerpos muertos caen, otro día, otra muerte.
La dureza del conflicto bélico sufrido por los soldados en la batalla en seis minutos de épica metalera, con riffs fenomenales, ímpetu rítmico, variantes progresivas.
“Seek & Destroy”, otra canción co-escrita por Ulrich y Hetfield, con guitarreos hard rock muy Black Sabbath siguiendo a un grupo de psicópatas… hay sentimientos diabólicos en nuestras mentes… en busca de víctimas…. estamos buscándote.
Melódica, atmosférica, potente.
Es día de tormenta. Entre la niebla y la locura se mueve la milicia metalera.
“Metal Militia” es una de las varias canciones de desahogo juvenil en colectivo mediante el rock en formato frenético con outro con ritmo militar.
Llueve y suenan disparos. Botas sucias en marcha.