• Por Antonio Méndez

bedemon child of darkness album review discoCrítica

Este fue el único álbum editado (compuesto por diferentes temas grabados en diferentes años) por Bedemon, poderoso combo de hard-rock y heavy metal de comienzos de los 70. Es un disco homónimo con canciones que crean un estremecedor, un amenazador escenario en tonos lúgubres y oscuros con textos sobre la muerte, el vínculo onírico-realidad, el destino fatalista o las drogas.

Son fenomenales piezas hard-rock de fúnebre pero cautivadora atmósfera, con desaliñada base blues-rock y sonidos que van desde Black Sabbath a Budgie pasando por Blue Cheer.




El artífice esencial del álbum es el compositor Randy Palmer, guitarra principal de una banda con miembros del grupo estadounidense Pentagram, agradecida por contar con la voz de Bobby Liebling y el trabajo de Mike Mathews y Geoff O’Keefe.

Los riffs de crepitantes guitarras llenas de astrosa distorsión, las complejas estructuras con una sinergia instrumental apabullante, los cetrinos temas antes manifestados de gradación apocalíptica-existencial, y los medios tempos pesados se aprecian en la magnífica apertura del LP, “Touch the Sky”, pieza con un tramo final de notable intensidad en la que se coaliga la potente sección rítmica con el solo de guitarra de Randy.




El instrumental “Time Bomb”, recuperado de grabaciones tardías, presenta al batería O’Keefe en la guitarra líder y un gran trabajo en el bajo de Matthews.

“Child of Darkness”, corte claramente influenciado por los primeros Black Sabbath en el que Bobby (con texto de un Palmer exuberante en las guitarras líder y rítmica) tienta a una inocente niña en la dirección de la oscura tierra del encantamiento.




En “Into the Grave” se remachan característicos medios tiempos con atmósferas intenso-inquietantes y narración sobre tránsitos mortuorios con tono de abatimiento vital; mientras que en “Serpent Venom” parecen desarrollar una metáfora sobre drogas con Randy luciéndose en un solo acompañado por un fondo de distorsionadas guitarras (tocadas también por él).

Otro tema de interés de este recomendable LP es “Last Call”, composición del bajista Mike Matthews con la perspectiva de un hombre confuso por su destino al borde de la muerte, asunto bastante usual en Bedemon. Matthews también comparte guitarra líder y rítmica en esta pieza con Randy Palmer.




Aunque Randy, conocido también por su apodo “The Bellman”, es el principal compositor del grupo, los demás componentes también hicieron sus pinitos en la escritura. Además de Matthews, O’Keefe escribió algunas notables canciones, entre ellas “Frozen Fear”, pieza similar al sonido y temas de Palmer cuyo solo de guitarra está aquí acompañado por los punteos del propio batería, quien vuelve animarse en las seis cuerdas, hecho que se reitera en la vibrante “Skin” (también conocida como “Skinned”), con un tempo más acelerado y agresivo.

Disco que no defraudará a los amantes del hard rock.