Dirección: Agustín Navarro.
Intérpretes: Antonio Vilar, María Martín, José Rubio, José Luis López Vázquez.
Con guión de Agustín Navarro (“El Cerro De Los Locos”), Alfonso Paso (“Hay Alguien Detrás De La Puerta”), Manuel Pilares y Rafael J. Salvia.
Sinopsis
Don Enrique (Antonio Vilar), casado con Mercedes (Luchy Soto), presume de su formalidad pero oculta su vida disipada junto a su hijo Agustín (José Rubio), amantes de los tablaos flamencos y la compañía femenina.
Una noche, mientras su mujer, su hija Rosita (María Luisa Merlo), el novio de esta última, Carlos (Simón Andreu), novelista de historias de crímenes, y su nuera (Mary Saavedra), se van a un baile benéfico de un casino, Enrique y su hijo planean otra juerga nocturna.
Crítica
Alfonso Paso, con dirección y colaboración en el guión de Agustín Navarro, ideó este enredo cómico ambientado en una casa situada en El Escorial que satiriza la apariencia de la gente formal, cuando en realidad su comportamiento está más cerca de un crápula que de un hombre de rectas costumbres morales.
La historia, iniciada con flaqueza en su ritmo y gracia en la introducción, gana interés con un simpático desarrollo de humor negro, alternando, durante una noche alocada, la casa de un espléndido Antonio Vilar con el hogar alborotado del vecino José Luis López Vázquez, celoso por presuntos coqueteos de Carmen Lozano con su exnovio.
A partir de la entrada de María Martín como La Martillo, la película, debut cinematográfico de Simón Andreu, gana enteros, con mejores diálogos, en ocasiones irónicos, cínicos; y con un uso más efectivo del cruce de personajes como efecto humorístico en un espacio limitado.
Al final, con conclusión abrupta, ¿quién no se apunta a la juerga?
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