Dirección: Francisco Regueiro.
Intérpretes: José Luis López Vázquez, María José Alfonso, Laly Soldevila, Lina Canalejas.

Con guión de Esmeralda Adam (“Los Hijos De…”), Francisco Regueiro (“Me Enveneno De Azules”) y Manuel Ruiz Castillo (“Pepe, No Me Des Tormento”).

Sinopsis

Madrid.
Mario (José Luis López Vázquez) busca el piso al que llega con el camión de la mudanza. Su mujer, Amparo (María José Alfonso), aparece en una ventana y lanza un retrete a la calle, descontenta con el cambio de residencia.
Poco más tarde, Mario va conociendo a más habitantes del edificio, la portera (Rafaela Aparicio), la atractiva viuda Encarna (Lina Canalejas) o Maite (Laly Soldevila), una vecina que tiene como novio a un extranjero.

Crítica




José Luis López Vázquez intenta alcanzar la felicidad, la tranquilidad, el sosiego… durmiendo a su neurótica e histérica esposa, María José Alfonso, e intentando acercarse a su vecina, Lina Canalejas, en esta recomendable película, mezcla de humor negro, esperpento y surrealismo con ecos de Luis Buñuel.

Con el sonido recurrente de Las Grecas y su “Te Estoy Amando Locamente”, el film muestra la insatisfacción del hombre urbano, evadido de sus frustraciones en el sueño, en la muerte.

No hay nadie normal en este mundo absurdo.




A destacar la puesta en escena, con planos generales situando confundido al protagonista en la calle, en las plazas, transiciones en iris, un catálogo excéntrico de personajes, magníficos intérpretes, diálogos que realzan la extravagancia social-psicológica, y un enfoque pesimista de enajenación en creciente caos con un mensaje bien compactado.

Una película subestimada a revalorizar.

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José Luis López Vázquez
Lina Canalejas
Laly Soldevila
Rafaela Aparicio