Dirección: George Roy Hill.
Intérpretes: Paul Newman, Robert Redford, Robert Shaw, Eileen Brennan.
Con guión de David S. Ward (“Material Americano”).
Sinopsis
Chicago, años 30.
Después de embaucar a un correo de un peligroso mafioso de Nueva York, dos timadores de poca monta que se han hecho con un estimable botín procedente de turbios negocios, serán perseguidos por sus sicarios. Uno de los estafadores acabará muerto, el otro intentará buscar venganza en la figura del principal responsable.
Crítica
Tras el exitoso western “Dos Hombres y Un Destino” (1969), el trío Roy Hill–Newman–Redford volvió a la carga con este entretenido título que involucra a timadores y a gángsters en época de recesión económica, empleando para narrar sus andanzas un agradable y desenfadado tono de humor irónico.
Es una notable película que mezcla con talento la comedia de mafiosos con las ‘buddy movies’ en clave picaresca.
Su desarrollo pone de manifiesto la química que desprende en pantalla la pareja Paul Newman y Robert Redford en una cinta de excelente ambientación, con vestuario de Edith Head y un excelente guión de David S. Ward que acumula una serie de giros que no pierden su efecto sorpresa a pesar de varios visionados.
Las dos estrellas están espléndidas, al igual que todos los secundarios que los flanquean, en especial un sobresaliente Robert Shaw en el papel de mafioso con ansias de respetabilidad.
A destacar también la excelente música ragtime de Scott Joplin, adaptada en esta ocasión por el oscarizado Marvin Hamlisch, que sirve para ahondar en el retrato de la atmósfera de la época en la que se despliega la intrincada trama.
Es una lástima que el dúo protagonista no volviese a coincidir después de los dos estupendos títulos que rodaron juntos.
Sí, en cambio, repitieron posteriormente cada uno por separado con el mismo director, Robert Redford en “El Carnaval De Las Águilas” y Paul Newman con “El Castañazo”.
Fichas en AlohaCriticón