Dirección: Peter Sohn.
Intérpretes: Película de animación.
Con guión de Meg LeFauve (“Del Revés”).
Sinopsis
Arlo es un apatosaurus que se encuentra en peligro lejos de su familia. En su aventura de supervivencia será ayudado y acompañado por un niño.
Crítica
La historia de “El Viaje De Arlo” parte de la hipótesis de que los dinosaurios no se extinguieron por un meteorito, con lo que en la Tierra conviven esos animales prehistóricos junto a los humanos. Arlo, el protagonista, es el patito feo de una familia de apatosaurus que, accidentalmente, se ve alejado de su familia. En su viaje de regreso a casa será ayudado y acompañado por un niño llamado Spot.
Visualmente la película es una maravilla, tanto para los niños como para los adultos, con la exhibición de paisajes muy reales. Los detallados escenarios, y el diseño de algunos de los personajes, son estupendos. El trabajo de CGI es excelente.
Narra un viaje iniciático hacia la madurez en el que Arlo, el personaje principal, debe afrontar sus miedos, sus temores, la formación de su carácter, descubriendo la maldad, el daño, el cariño… Es una aventura de superación y supervivencia con momentos cómicos y emotivos.
Spot y Arlo forman una pareja con contraste de personalidades, siendo difícil distinguir quién es el humano y quién es la bestia en una inversión del rol natural, ya que el dinosaurio Arlo está diseñado como el ser inteligente, y el niño humano Spot se muestra como una mascota salvaje. Ambos conocen la pérdida del hogar como nos recuerdan en un espléndido diálogo mudo, y ambos llevan a cabo el viaje en una “soledad compartida”.
Otro personaje importante en la historia, que le da un toque casi de western a la película, es un poderoso Tiranosaurio Rex que parece inspirado en John Wayne, y que enseña a Arlo como enfrentarse a los miedos y a las adversidades.
Con el avance del film, la historia, aunque entretenida y técnicamente magnífica, se convierte en previsible, remitiendo a títulos previos de Disney como “El Rey León”, “El Libro De La Selva”, “Buscando a Nemo” o “Dumbo”, con el que comparte un gran momento lisérgico.
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