• Por Antonio Méndez

emilia-pardo-bazan-destripador-reviewSinopsis

En la aldea gallega de Tornelos vive Minia, una adolescente huérfana que reside en un molino junto a sus tíos, Juan Ramón y Pepona, y sus primos, Melia y Andrés.
Con el negocio en decadencia, Pepona se dirige hacia Compostela para pedir un perdón de renta al señor del lugar. En el camino se encuentra con su amiga Jacoba, quien viaja para que un boticario, Don Custodio, cure a su marido con un ungüento hecho con untos de moza con el que, parece ser, hace mucho dinero.

Crítica




La gran escritora Emilia Pardo Bazán escribió este cuento largo en el año 1890, aparecido por primera vez en la publicación “La España Moderna”.

Tras una introducción con citas a Ernst Theodor Amadeus Hoffman y a Victor Hugo vía Quasimodo, la autora gallega nos invita a ser valientes y a penetrar en “la zona de la sombra del alma”.

emilia-pardo-bazan-destripador-antano-criticaEl relato, ambientado en los inicios del siglo XIX, destaca, además de por la maestría narrativa y léxica de Pardo Bazán (probablemente la mejor narradora femenina en español de la historia), por la atmósfera de horror gótico en un ambiente rural gallego muy bien definido en aspectos de paisaje, conducta, costumbres…
La protagonista es una especie de Cenicienta convertida en mártir de la ignorancia y la maldad en un vínculo entre religión y superstición.

La escritura de Emilia es maravillosa, fluida a pesar del énfasis en el detalle, de las minuciosas descripciones.
Su realismo, aquí con la referida atmósfera gótica y con base de leyenda, posee trazos de ironía y lírica de influencia cervantina con creación de personajes singulares, con cuerpo.
El relato parece tener como fin el peligro de la superstición y la ignorancia propagado por el imaginario colectivo, convirtiendo en crimen un chisme, una difamación, una mentira… la estupidez como instrumento de tragedia.