Dirección: Quentin Tarantino.
Intérpretes: Leonardo DiCaprio, Brad Pitt, Margot Robbie, Margaret Qualley.
Con guión de Quentin Tarantino (“Pulp Fiction”, “Los Odiosos Ocho”).
Sinopsis
Los Angeles, año 1969.
Rick Dalton (Leonardo DiCaprio), una estrella en decadencia de un serial televisivo ambientado en el Oeste, intenta revitalizar su carrera como actor interpretando de nuevo a vaqueros en teleseries o tomar rumbo a Europa para rodar películas italianas, como le aconseja el productor Marvin Schwarz (Al Pacino).
Junto a él se encuentra Cliff Booth (Brad Pitt), su amigo y doble que vive en una caravana junto a su perro.
Rick, mientras prepara su papel en una serie llamada “Lancer”, descubre que tiene como nuevos vecinos a Roman Polanski (Rafal Zawierucha) y a su mujer Sharon Tate (Margot Robbie).
Crítica
Con un título homenaje a Sergio Leone, Quentin Tarantino llevó en esta película su sentido épico de la narración cinematográfica a la California de finales de los años 60, época de cambios y efervescencias socioculturales… hippiesmo, psicodelia, drogas, contracultura, fin total del código Hays… vista en el film desde la perspectiva de dos antihéroes involucrados en rodajes televisivos con historias clásicas del Oeste y como ejes de una versión alternativa, sorprendente en su giro, de Charles Manson, su ‘familia’, con Sharon Tate, y sus amigos.
La película, como siempre en los productos de su autor, mezcla la cinefilia, la telefagia y la melomanía, con constantes citas y guiños en una u otra vertiente.
Aparece Bruce Lee en su etapa Kato en la teleserie “El Avispón Verde”, anterior a su estrellato con sus largometrajes cinematográficos de los años 70, en una escena un tanto caricaturesca; hay fiestas en donde tanto bailan Michelle Phillips y Mama Cass (de The Mamas & The Papas) como acude Steve McQueen en conversación chismosa con Connie Stevens; se producen ‘infiltraciones’ de Leonardo DiCaprio en “La Gran Evasión” en un ‘lo que pudo ser y no fue’; y no podían faltar las referencias a los spaghetti westerns (el citado Leone, Sergio Corbucci, Antonio Margheriti…).
La figura glamourosa de Sharon Tate es tratada de forma superficial pero también delicada, amable, casi en evocación virginal, con Margot Robbie encantada con “su público” mientras se autocontempla en un cine en “La Mansión De Los Siete Placeres”, parodia Bond con Matt Helm/Dean Martin como partenaire.
Charles Manson y su familia, casi un macguffin como medio para la catarsis de sus dos protagonistas, tampoco tienen mayor incidencia en la película más allá de motorizar el clímax y ambientar de forma siniestra el luminoso contexto geográfico-histórico.
La principal valía del film es la correcta ambientación llena de colorido pop, el homenaje a los actores en difícil reconversión y, sobre todo, la creación de los dos personajes principales y sus interpretaciones en singular ‘buddy movie’ con unos excelentes Leonardo DiCaprio y Brad Pitt deambulando con desorientación por las calles y sets de Hollywood acompañados de los pegadizos sonidos 60s: Simon & Garfunkel, Los Bravos, el “Hush” de Deep Purple, el “Out Of Time” de los Rolling Stones, Chad & Jeremy, Paul Revere & The Raiders, The Association, Vanilla Fudge…
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